Alcácer regresa a los orígenes
“Siempre tuvo claro que quería ser futbolista”, explica a MD el que fue director de su escuela y entrenador
técnicos. “Su primer entrenador fue Antonio ‘El forner’ pero por el tema de sus horarios de trabajo yo tenía que ir muchas veces a sustituirle. En su primer o segundo año ya fuimos campeones, teníamos un equipo aseado pero le teníamos a él”, destaca. Y es que Alcácer tenía el gol metido entre ceja y ceja desde que empezó a darle patadas al balón. “Solo quería estar delante de la portería. Era un nano que no hacía malabarismos pero que metía goles con el pie, con la cabeza, con el culo y con la oreja y ese oportunismo, ese saber hacer goles, es lo que le ha acompañado toda la carrera”, apunta su ex entrenador. “Yo creo que si ahora Messi le pone balones se tiene que inflar a meter goles”, desliza. Para Requena, el instinto goleador de Alcácer tiene una doble explicación, por un lado su innato olfato y por otro las condiciones en las que empezó a jugar. “Es que nosotros entrenábamos en el patio del colegio, que es un campo de fútbol sala que ahora es de asfalto y antes era de cemento y luego cuando llegaba el fin de semana jugábamos en campo de tierra y con porterías más grandes y, claro, ahí se hinchaba”, rememora. Pero, además, Alcácer era un currante, se tomaba en serio cada entrenamiento. “Era de los que reñía a sus compañeros en mitad de los entrenamientos si veía que estaban de broma y les decía ‘si no queréis entrenar, marchad a casa’”, recuerda con una sonrisa.
Alcácer es, hasta ahora, el mejor producto de la cantera del CD Monte-Sión pero ni mucho menos el único. Por ese patio pasaron primero Pruden Sáez, que llegó a jugar con el Rayo Vallecano en Primera División, y Emilio Fenoll, un escurridizo y talentosos extremo que militó en el Valencia a finales de los 80, y hace ya no tanto el lateral Pedro López, actual capitán del Levante y con 260 choques en Primera ya en su ficha, y Vicente Guaita, portero del Getafe y que lleva 160 choques en la máxima categoría entre el temporadas más una opcional y la cláusula de 50 ‘kilos’. 5. Temporada 2015-16 Robert y Pitarch, secretarios técnicos. Jugaron juntos, trabajaron como técnicos y son buenos amigos. En 2015 y con su reelección, el presidente Bartomeu nombra a Robert Fernández secretario técnico del Barça. García Pitarch se convierte en director deportivo del Valencia en enero de 2016. Ya desempeñó este cargo entre 2002 y club de Mestalla y el madrileño
Tras los pasos de su padre
Quien no llegó a la elite pero, según Requena, no por falta de condiciones fue el padre de Alcácer, que jugó en el Monte-Sión en los 70. “Fui uno de sus entrenadores y prometía mucho como interior, tenía muchas cualidades pero antes el deporte no se veía como ahora, y él no se preocupaba mucho”, explica. Paco Alcácer padre fue el gran impulsor de la carrera de su hijo y le llegó a ver tocando las puertas de la elite pero falleció con 44 años tras verle con apenas 17 años jugar y marcar con el Valencia ante la Roma de Luis Enrique en el partido de presentación de 2011. Al día siguiente, fue enterrado en la iglesia de Monte-Sión y desde entonces todos los goles de Alcácer están dedicados a él. Hoy, con una camiseta rival, volverá a Mestalla
“Sin malabarismos, metía goles con el pie, con la cabeza, con el culo y con la oreja”
2004 en el Valencia más laureado. 6. Temporada 2016-17 . El Barça ficha a Paco Alcácer por 30 millones de euros más 2 en variables. Firma por cinco años. Hoy vuelve a Mestalla. 7. Temporada 2016-17 El Valencia se hace esta misma temporada con los servicios de Montoya y Munir. El primero rescindió su contrato con el Barcelona, donde jugó de la 20102011 a la 2014-2015, y el segundo llegó a Mestalla cedido