Poyet se da un respiro a costa de Osasuna
El Betis ganó gracias a un gol de Gutiérrez en el 90’
El Betis logró un valioso triunfo ante Osasuna en El Sadar (1-2) con un gol en el minuto 90 del chileno Felipe Gutiérrez, en un partido en el que los verdiblancos dispusieron de mejores ocasiones y que resolvieron cuando los rojillos jugaban en inferioridad tras la expulsión de Rivière. Una victoria que da oxígeno a Gustavo Poyet y que mantiene a Osasuna en la zona de descenso.
Poyet había avanzado en la previa que introduciría variaciones, y vaya si lo hizo. Cambió a su delantera titular, dejando en el banquillo a Rubén Castro y Álex Alegría. El grancanario no era suplente por motivos técnicos desde el 5 de abril de 2014, en un Barça-Betis (3-1). Optó por Sanabria en la punta y Joaquín de enganche. Lo cierto es que le salió bien, pues el gaditano marcaría un gran gol en el minuto 19. Un pase en profundidad de Petros lo aprovechó tras irse de David García y superar al meta Nauzet en su salida con una gran vaselina.
El 0-1 dejó tocado a Osasuna, pero aún así dispuso de dos buenas opciones A la media hora, un remate de cabeza de Oriol Riera lo sacó en la línea de gol Felipe Gutiérrez y, sólo dos minutos después, un chut en rosca de Sergio León se marchó lamiendo la base del poste.
Los rojillos dieron un paso al frente tras el descanso y a los tres minutos empataron. Un chut de Álex Berenguer lo repelió el poste y el rechace lo aprovechó Roberto Torres para hacer el 1-1. Los verdiblancos responderían con un disparo de Sanabria que sacó Unai García bajo palos. El partido se convirtió en un toma y daca, con juego brusco incluido,
y el Betis dispuso de una clara ocasión de Joaquín, que tras driblar a Nauzet envió fuera el balón.
En el minuto 86 llegó la roja a Rivière por propinar una patada a Brasanac y, ya en el 90’, una falta directa lejana botada por Felipe Gutiérrez, a priori sin peligro, se la ‘comió’ Nauzet y acabó dando los tres puntos al Betis y aire a un Poyet que puede respirar más tranquilo. Todo lo contrario que Enrique Martín, al que la presión desde dentro del propio club tenderá a acentuarse