De la portera al director de marketing
“Para fichar a los mejores no hace falta director deportivo”. Florentino Pérez remarca la línea de los clubs que están más por el negocio que por el juego
Florentino Pérez, en reuniones previas con compromisarios, está preparando la Asamblea General que, por cierto, no será emitida integramente por Real Madrid TV. La explicación del presidente es que “nuestras discusiones sólo nos interesan e importan a nosotros”. Un tupido velo de aparente discreción en la transparencia que, sin embargo, no impedirá conocer detalles de lo tratado como se están conociendo al dedillo episodios de las sesiones previas.
As, por ejemplo, publicaba ayer en su portada las palabras textuales de Florentino referente a política deportiva: “Para fichar a los mejores no hace falta director deportivo. Al final la decisión la toma el que pone el dinero”. Poco más o menos y 20 años después, lo mismo que dijo Josep Lluís Núñez cuando firmó
una sus míticas frases: “esos jugadores, los ficha la portera de mi casa”. Cita con la que el entonces presidente del Barça valoraba la petición de Cruyff pidiendo el fichaje de Rui Costa, Zidane y Giggs.
Dos décadas después de aquello, Florentino, desde que llegó al Real Madrid, apostó por futbolistasmarca como lo eran los famosos ‘Galácticos’ para que contribuyan al crecimiento económico de la ‘empresa’, tanto o más de lo que indudablemente contribuyen al éxito al deportivo. Y así sigue. Se mantiene en la misma línea (compartiendo negocio con Cristiano y Bale) pero olvidando, seguro, que las competencias de un director técnico como Dios manda no se limitan a la plantilla sino al modelo. Y al presidente del Madrid no le interesa esa figura porque el modelo del Madrid es él. Es él el director deportivo.
Los clubs, obsesionados con facturar cada día más, en la búsqueda de ese objetivo parecen tener mayor dependencia del director de marketing que del director deportivo. Ya no sólo se busca un futbolista de nivel. Se busca una marca de máxima cotización que juegue fútbol de máximo nivel pero que también, con la explotación conjunta de su imagen, se una máquina de facturar que contribuya a la expansión económica de la entidad. Es evidente que no es lo mismo, por ejemplo, ir de gira con Cristiano, Benzema y Bale que hacerlo sin ellos. O con Messi, Neymar y Suárez. Es más, el hecho de que estén o no estén las superfiguras en esos partidos, se prima o se penaliza económicamente tanto en los clubs como en las selecciones.
El FC Barcelona, objetivo 1.000 millones de facturación, acaba de presentar un nuevo organigrama y ha encargado a una empresa de ‘Headhunting’ que le cace un talento de marketing capaz de explotar al límite las posibilidades de la marca Barça. Y el límite no sabemos cual es pero sí sabemos que lo importante es que no debería interferir en el desarrollo de la línea deportiva. Y eso va a ser difícil si se quiere ser al mismo, y como dijo Bartomeu, más que un club y una gran marca