Dejen en paz a Leo y al club

Que si se va, que si se queda... Como cada cinco minutos sale algo sobre la renovación de Messi en algún rincón, no ya de Barcelona sino del mundo, siento la necesidad de pedir calma total al pueblo culé. Tengo muy claro que tanto el presidente Bartomeu como nuestro crack y su entorno saben muy bien lo que les interesa, que es estar juntos como siempre. No hay más que ver lo bien que nos ha ido durante tantos años a club y jugador como para que nadie meta prisa o se ponga nervioso preguntando segundo a segundo los detalles de una negociación. Las cosas llegarán cuando tengan que llegar. Y tranquilos, llegarán... Pero si son culés dejen ahora en paz a Leo, que él sólo se ocupe de seguir jugando así de bien, porque los primeros interesados en marearlo serán nuestros rivales, así que los barcelonistas no les hagamos un favor.

Y hablando de nuestros rivales. Igual que no me puse nada nervioso con los 40 partidos sin perder del Real Madrid, tampoco ahora me creo que estén en la crisis más profunda por perder dos seguidos. Es más, lo único que me importa es lo que haga el Barça porque si nosotros hacemos las cosas bien los éxitos acabarán llegando, estoy convencido. Los de Luis Enrique tienen que seguir su camino sin escuchar lo que se dice a golpe de resultado. Ya se sabe que están más de moda que nunca los análisis a tan corto plazo que acabo de escuchar a los mismos que hace una semana hablaban de triplete blanco y del The Best poniendo verde a sus porteros y a su estrella y temiendo quedarse sin la Copa. Todo eso, en cuatro días, los que van del domingo (Sevilla) al miércoles (Celta). Nosotros, a lo nuestro, sin lanzar las campanas al vuelo por meterle cinco al Las Palmas ni caer en una depresión el día que no ganas un partido. Las notas se dan a final de curso. Es de perogrullo que si tu rival tropieza mejor para ti, pero es malo para la salud vivir pendiente de lo que hagan otros. Los culés, a lo nuestro y los demás, a lo suyo