Yamaha, el título como obsesión
El equipo presentó la YZR-M1 y su nuevo dúo de pilotos Rossi-Viñales tras el adiós de Lorenzo; el italiano busca su décimo entorchado
La temporada 2017 de MotoGP arranca y el equipo Yamaha-Movistar se presentó ayer en la sede de la compañía telefónica en Madrid. Valentino Rossi representa la leyenda, la veteranía y la ambición desmesurada por hacerse con el décimo título de su carrera, que sería el octavo en la categoría reina. Por su parte, Yamaha pretende revalidar el título que lograse en 2015 y arrebatárselo a su principal competidora, Honda, campeona del mundo de constructores en la última campaña, también en el ámbito de los pilotos (Marc Márquez). Para el piloto italiano, que ya tiene 37 años, el ‘décimo’ se ha convertido casi en obsesión, puesto que no levanta el título desde 2009.
El objetivo es inequívoco, ganar. Yamaha acumula 37 cetros mundiales, 14 de ellos en la máxima categoría. Un equipo diseñado para ganar en el que una temporada en blanco supone un drama. El mundial volverá a vivir la rivalidad Rossi-Márquez; Rossi-Lorenzo, Rossi-Pedrosa… en realidad Rossi contra todos, con el desahogo de presión que supondrá para el equipo de Iwata esta nueva era con Lorenzo ya fuera de la escudería y habiendo fichado por Ducati. El sustituto, el prometedor Máverick Viñales, que llega de Suzuki donde en el curso pasado quedó cuarto del Mundial, logró una victoria (Gran Bretaña), cuatro podios y tres cuartos puestos. El de Roses (22 años) es un trabajador incansable que además sabe evolucionar la moto, un piloto que ya ha demostrado que puede ser muy rápido (de hecho en los test de noviembre fue rapidísimo) y que es muy ambicioso.
Superada la ‘guerra fría’ entre Rossi y Lorenzo, la llegada del catalán -con el que el italiano tiene una buena relación, por lo menos de entrada- supondrá la oportunidad de no centrarse tanto en problemas internos y sí en enfocar las energías en el verdadero objetivo, ganar. Habrá que ver cómo influye el factor personal, de compartición de información y este tipo de cosas, si Maverick osa hacerle sombra a ‘Il Dottore’ porque las características del de Roses son muy similares a las de Lorenzo al aterrizar. La tercera estrella de la presentación fue sin duda la de la propia montura. La nueva moto de Yamaha, la YZR-M1 es una evolución de la de la temporada anterior, cuyo motor no aguantó en alguna ocasión (le ocurrió tanto a Rossi como a Lorenzo), aunque sí que contará con cambios significativos en cuanto a chasis, basculante, suspensiones… Sus creadores aseguran que es la mejor moto que ha tenido el equipo japonés. Los últimos test de servirán para darle los últimos toques.
Los rivales están claros, empezando por el equipo del actual campeón del mundo, Marc Márquez, quien con Dani Pedrosa tratarán de revalidar título para Repsol Honda. Habrá que ver qué da de sí el cambio de escudería de Lorenzo. El mallorquín, siempre competitivo y siempre ambicioso, empieza una nueva etapa en Ducati, acompañado por Andrea Dovizioso. Y los outsiders que han evolucionado mucho: Suzuki Ecstar (Andrea Iannone y Álex Rins) y Red Bull KTM (Bradley Smith y Pol Espargaró)