Ni goles, ni risas
El programa ‘Los lunes al gol’ no acaba de dar con una fórmula eficaz y entretenida
‘Los lunes al gol’ ,en Gol, el canal temático de fútbol en abierto de Mediapro, ha sufrido algunos intentos fallidos de mejorar el espacio pero el programa no remonta. Es un ‘El Día Después’ errante y descafeinado. El popurrí de tertulia, resúmenes futbolísticos, vídeos humorísticos e imágenes de la jornada sigue sin consistencia. Han reducido contertulios e incrementado secciones, pero a efectos del espectador, el batiburrillo sigue siendo el mismo con idénticos defectos. Además, han alargado el programa. Así que el problema se ha agrandado. Dos horas interminables con un sinfín de vídeos embutidos a granel más que por calidad de su contenido. No es un programa pensado, sino rellenado. No hay percepción de estar viendo lo mejor, sino todo lo que tienen. Acaba por saturar. El espectador termina el programa sin la sensación de haber visto nada especial. La inversión de dos horas no compensa. Ni risa, ni emoción, ni información relevante, ni un reportaje interesante. Sólo un sinfín de banalidades olvidables. Una cosa es recoger imágenes curiosas de una grada y la otra colarnos hasta a una abuela poniéndole el abrigo al nieto. Rodrigo Fáez, el presentador, da paso a cada vídeo exagerando, transmitiendo un exceso de entusiasmo y risa de las imágenes que no cumplen las expectativas creadas: “Me parece espectacular”, “¡Es la conversación no de la jornada sino de la temporada!”. Fáez, encantado con su papel, eterniza sus intervenciones con un exceso de retórica innecesaria. En las transiciones, presentaciones de colaboradores e introducciones a vídeos, adorna y alarga frases: “Es lo que han hecho todos los jugadores del Real Madrid, todos los jugadores del equipo blanco…”, “Más cosas que vamos a ver durante el programa que empezaba a las ocho y media” o “choca con Aaron, el jugador con ese dorsal número doce del Real Club Deportivo Español”. Es tele. Ya vemos que son del Madrid o que se trata de Aaron. Con un tercio de las palabras, puede decir lo mismo. La posesión de micrófono de Fáez es acaparadora. La tele exige ritmo y concisión. ‘Los lunes al gol’ es un ejemplo de quien mucho abarca, poco aprieta. Falta criterio en el objetivo global y capacidad de selección en el contenido