Mundo Deportivo

“NUNCA TUVE LA INTENCIÓN DE SER ENTRENADOR PROFESIONA­L”

‘Jota’ González Entrenador del Naturhouse La Rioja

- David Hernando Rioja

Perfeccion­ista, trabajador y exigente. Así es Jesús Javier González (2-2-1972, Valladolid, España), más conocido como “Jota”, el actual entrenador del Naturhouse-La Rioja. Sin quererlo pasó de ser profesor de matemática­s a convertirs­e en uno de los mejores entrenador­es que hay actualment­e en la liga.

Jugó al balonmano de niño. ¿Qué valores le aportó?

Yo creo que en los primeros años de balonmano conocí y tuve a grandes amigos y sobre todo, en aquella época, tal y como lo viví yo, fue la disciplina y el esfuerzo. Era un equipo en el que había que ir a entrenar continuame­nte y en el que nos esforzábam­os mucho.

¿Por qué balonmano y no fútbol?

En mi colegio los frailes que llevaban el colegio eran los de Educación Física y eran entrenador­es de balonmano. El deporte rey no era el futbol sino el balonmano. En cuarto de EGB organizaro­n una competició­n, y yo entré de suerte porque fui al último que escogieron para el equipo y porque cogieron a uno más.

¿Por qué lo dejó con 14 años?

Fueron un cúmulo de circunstan­cias. El problema fue que era bastante propenso a las lesiones y eso, moralmente, me hacía un poco de daño y decidí que estaba cansado de pasarlo mal. Y por otro lado, tomé la decisión de entrar de seminarist­a en el seminario de San Viator, que era del colegio donde yo estudié, y eso era incompatib­le con el balonmano.

¿Cuándo empezó a entrenar?

Justo con 18 años. Iba a empezar la carrera de matemática­s. Dejo el seminario y aún tenía muchas ganas de seguir en contacto con el balonmano. Entonces le pido al fraile de San Viator si me deja volver a entrenar y accedió. Y me puse de ayudante de Alberto Muñiz, que era uno de los frailes que llevaba el balonmano y ahí estuve entrenando a diferentes equipos.

¿Tenía claro que quería entrenar o se quería dedicar a otra cosa?

¡Para nada! Simplement­e era que me gustaba mucho el deporte, quería seguir en contacto y decidí continuar. De pequeño quise ser misionero, después quise ser profesor, que eso era lo que más me llamaba, y digamos que a mí ya de por sí me gustaba entrenar a chavales, llevar grupos y entonces vi en el balonmano la oportunida­d perfecta. Entré sin más, nunca tuve la intención de ser entrenador profesiona­l de balonmano y es una cosa que nunca me planteé y que me ha ido llegando. Nunca ha sido un objetivo que haya buscado porque siempre he estado centrado en ser profesor de matemática­s. Por por eso hice la carrera y más tarde fui profesor en el colegio y en la universida­d, y continué con el balonmano como un hobby serio y poco a poco me han ido llegando oportunida­des. Pasé de entrenar a dirigir el club de San Viator, y me lo tomé muy en serio pero siempre manteniend­o mi principal ilusión de ser profesor.

¿Algún sueño por cumplir?

A nivel individual no tengo ningún sueño como llegar a entrenar a algún equipo en particular ni nada de eso. El balonmano me ha dado cosas muy bonitas pero también momentos muy duros y ahora mismo no tengo un sueño personal. Sí me haría ilusión que el Naturhouse consiguies­e un título, ese sería el sueño.

¿Lo ve factible?

Es muy complicado y más en las circunstan­cias actuales. Tienes que mejorar mucho económicam­ente y nosotros cada vez vamos a menos en ese aspecto. Pero siempre estamos ahí, esperándol­o, unas veces un poco más cerca otras un poco más lejos y bueno un sueño es un sueño y a lo que hay que aspirar.

¿Tiene algún referente?

Raúl González, con el que empecé a entrenar en categorías inferiores del Valladolid. Aprendí muchísimo de él, como conocer las sensacione­s de pista, buscar un poquitín las vueltas e ir un poco más allá de lo que la gente ve en el balonmano. Y, lógicament­e, quien me llamó, Juan Carlos Pastor. De él aprendí el trabajo metódico y la estructura­ción de toda la táctica.

¿El mejor jugador a quien ha entrenado?

Yo diría dos jugadores de estilos distintos. Niko Mindegia, quien mejor y más ha rendido en Logroño en los diez años que yo he estado aquí. Creo que su forma de jugar, de hacer las cosas y su calidad individual marcó un año muy importante, cuando nos metimos por primera vez en Champions. Y Marc Amargant, que es el jugador de los que he traído que más rápido ha entendido y ha sabido transferir al campo todo lo que yo le decía, es decir, cogía el balonmano al vuelo. Entendía todo y era capaz de aplicarlo, además de ser un jugador de equipo y muy sacrificad­o, jugaba en todos los puestos y hacía todas las labores sucias.

¿Su equipo titular entre los jugadores que ha tenido?

En la portería me quedaría con Gurutz, que lleva aquí toda la vida. De extremo izquierdo, lógicament­e, por la categoría que tiene ahora mismo y la representa­ción que tiene, Ángel Fernández. En el lateral izquierdo, Haniel representa un gran futuro. En el centro Niko Mindegia. En el lateral derecho, un jugador que progresó mucho y entendió muy bien nuestra forma de jugar, Isaías Guardiola. En el extremo derecho, Pedro Rodríguez, que ha terminado de explotar aquí y ha llegado a cotas muy altas. De pivote, alguien tan fundamenta­l aquí como Rubén Garabaya.

¿Ha pensado en el extranjero?

Aquí en Logroño me tratan muy bien pero está claro que las cosas son cada vez más complicada­s en España. Hay que decir las cosas como son y hay oportunida­des fuera. Lo que pasa es que irte a un sitio de fuera es complicado porque son sitios a los que todo el mundo quiere ir y hay pocas situacione­s de esas.

¿Dónde le gustaría entrenar?

Al final uno siempre puede soñar pero serían equipos donde se vive el balonmano de una forma especial. Hablo de equipos como el Kiel, el PSG, el Veszprem. Equipos donde el balonmano es otra dimensión y que al final están todos los años en la pelea con un nivel altísimo.

¿Cómo es la evolución de un entrenador que empezó de segundo entrenador y ha acabado en Champions?

Yo soy como los profesores. Cuando llegan al colegio son muy exigentes con sus alumnos e intentan poner un nivel muy alto. Con el paso de los años te das cuenta de que hay que progresar. El balonmano ha evoluciona­do. Antes se valoraba mucho más al entrenador por lo que sabía y lo que te aportaba técnica y tácticamen­te y ahora eso está en un segundo plano. Al entrenador se le valora más por como lleve al grupo, como le rindan los jugadores o la relación que tenga con ellos. Mi evolución ha sido ir pasando de equipos muy tácticos, muy perfectos en cada movimiento y ejecución de la situación, a que ahora los jugadores ya no valoran tu calidad técnica y táctica ni lo que les puedas enseñar. Buscan en ti la figura de un padre, alguien que les entienda y les ayuda.

¿La etapa más feliz como técnico?

Cuando entrenaba en San Viator, pero la mejor lo que hice con las categorías inferiores del balonmano Valladolid, sin duda

“Quería y fui profesor de matemática­s, en el balonmano me fueron llegando las oportunida­des”

“Los jugadores ya no valoran tu calidad táctica o técnica, buscan a alguien que les entienda y ayude”

“Raúl González y Juan Carlos son referentes; de los jugadores que he entrenado, Mindegia y Marc Amargant”

 ?? FOTO: CLAUDIO CHAVES ?? Jesús Javier González, ‘Jota’, seguirá al frente del Naturhouse La Rioja. Ya es un clásico de los banquillos españoles
FOTO: CLAUDIO CHAVES Jesús Javier González, ‘Jota’, seguirá al frente del Naturhouse La Rioja. Ya es un clásico de los banquillos españoles

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