Positivos y necesarios

Que el Barça haya decidido cambiar el organigrama de la sección de basket y su encaje en la estructura del club es sin duda un paso adelante en la buena dirección y desde luego una buena noticia para los aficionados del basket azulgrana. Más allá de la incorporación como responsable de gestión de Nacho Rodríguez, una persona conocida por su absoluta dedicación, rigor profesional y capacidad de trabajo, el cambio es significativo por cuanto implica dotar a la sección de una autonomía y de una jerarquía imprescindibles para competir en el competitivo y profesionalizado basket actual. Eso no significa desmerecer a ninguna de las otras secciones profesionales del Palau, sino entender que el basket tiene unas dimensiones que requieren una estructura que trabaje ‘full time’ pensando en basket y que sea capaz de tomar decisiones firmes y rápidas en los miles de temas que surgen cada día. Es la mejor forma de funcionar y, de hecho, la historia de la sección nos demuestra que es así. L a idea, por lo tanto, es buena y responde a un momento actual complicado en el que hay que dar carpetazo definitivo al proyecto que durante tantos años lideraron Xavi Pascual, Joan Creus y Joan Carles Raventós, un proyecto que en gran medida continúa porque los jugadores que ellos ficharon siguen ahí. Se trata de un cambio profundo que necesita una nueva forma de funcionar y que necesitará tiempo para comenzar a recoger sus frutos. Es sabido que a veces lo que sucede en la pista nace en la pista, pero casi siempre lo que ocurre en la cancha tiene su origen en los despachos. L a estructura, en teoría,está bien planteada con el objetivo de centrar y no dispersar esfuerzos y rumbos. Lógicamente, ahora falta que esa teoría se aplique bien en la práctica y por eso será clave que Rodrigo de la Fuente y Nacho Rodríguez compartan la misma idea de lo que quieren conseguir y funcionen bien. Ambos ganaron compartiendo vestuario la primera Euroliga del Barça en la cancha, ahora aspiran a hacerlo desde el despacho