Mundo Deportivo

Final de etapa a la altura

- Josep M. MINGUELLA

Serían las doce y algo del día 26 cuando llego a Atocha. Habitación reservada en hotel recién estrenado en la parte antigua, la clásica, el ‘Raval’ de la capital. Una vez instalado, paseo por la cercana Plaza Mayor, sin rastro de aquel fracasado ‘relaxing cup of café con leche’ que propagaba en su momento la entonces alcaldesa, promoviend­o sin éxito la Olimpiada para su ciudad. En la citada plaza sólo hay miles de turistas de diferentes vestidos, lenguas y aspectos.

Ya estando ahí, desciendo a Cava Baja a saludar al amigo Lucio, histórico atlético que lamenta, como muchos, el cierre del Calderón. Toda la zona es como retroceder cien años por estrechas calles, letreros de posadas, casas, y ahí el ‘Lucio’ reluciendo por su éxito. También aquí hay más turistas que en nuestras Rambles. Por la noche me acerco al Chistu, uno de los templos gastronómi­cos blancos, donde te ofrecen un trato exquisito, personal. El sábado me acerco al hotel donde va a estar la expedición culé.

Llegan en autocares nuevos, espaciosos. Parece como si fuesen naves espaciales terráqueas. Es curioso, nuestro equipo se aloja desde hace años en el Eurostar, situado en una de las imponentes torres construida­s en lo que fue la Ciudad Deportiva del Real Madrid, a tenor de uno de los pelotazos más grandes y fulminante­s –los permisos y las licencias se tramitaron a ritmo exprés y galáctico, gobierno Aznar, Aguirre,

Manzano...–. La verdad es que ir a este hotel solo nos ha traído victorias en las visitas a la capital desde ya hace años.

Ya por la tarde fuimos acercándon­os al Calderón, allá cerca del río Manzanares, pasando unos controles policiales rigurosos, necesarios y amables. Las dos aficiones van ocupando sus sitios con mucha agonía, tranquilid­ad, camisetas, banderas, lo típico en un partido de estas caracterís­ticas. Solo la tribuna queda medio desierta como respondien­do a unos precios fuera de lugar por caros en un partido así: 260 euros.

El juego era el previsible. El Barça, enchufado, serio y concentrad­o, con Messi queriendo ganar desde el primer momento, mostró en todo punto la diferencia de calidad que se le supone ante un entusiasta equipo cuyo mayor mérito es estar en pocos años entre los grandes. Final de etapa de Luis Enrique, que ya tendremos tiempo de analizar con tranquilid­ad. Irse con una victoria oficial es siempre una línea positiva para cualquier entrenador.

Por cierto, el Calderón es el estadio donde un equipo y un entrenador han ganado más veces de visitante: es el Barça de Cruyff.

Echado el cierre de la temporada, ahora va a llegar Valverde, que sin ser recibido con grandes entusiasmo­s y alharacas, es un entrenador con experienci­a y que sólo por el hecho de fichar por el Barça hay que desearle que tenga éxito en su cometido.

Ya en el tren de vuelta, sorpresa cuando anuncian el film ‘No le des la Culpa al Karma, Gilipollas’. O algo parecido. Me quedo perplejo, no sé si va dirigido a alguien, pero así se queda también

David, un culé de Girona que se dirige a Tarragona con la esperanza de que ascienda su Girona. Siempre hay uno que te supera. Me quedé dormido, amanecí en Sants

Llega Valverde, un técnico con experienci­a al que de entrada hay que desear éxito

 ?? FOTO: PERE PUNTÍ ?? Luis Enrique y Messi se abrazan tras ganar la Copa en el Calderón Fue una despedida a la altura
FOTO: PERE PUNTÍ Luis Enrique y Messi se abrazan tras ganar la Copa en el Calderón Fue una despedida a la altura
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain