Entrevista MD Michael Robinson
Respetuoso, sincero, cómico y desvelador. Así es Michael Robinson (Leicester, Inglaterra, julio de 1958), exfutbolista y uno de los comentaristas deportivos más carismáticos de España, país al que llego hace ya 30 años. Para relatar todas sus vivencias en territorio español ha decidido publicar un libro, escrito su amigo Jesus Ruíz Mantilla. “Quería descifrar esa paradoja andante que es Michael: un inglés y un español de la mano dentro de sí”, explica el autor.
En el libro se define como una persona terriblemente exigente, ¿sigue siendo así?
No tanto... aunque desde septiembre no había trabajado tanto (bromea). Yo no trabajo, no concibo que lo que yo hago sea trabajo. Trabajaban los mineros, los trabajadores de la fábrica… ¿qué dirían ellos de mí si les dijera que yo soy un trabajador? Mi trabajo ha sido jugar al fútbol y luego escribir programas de radio y televisión. Me ocupo mucho de lo que hago pero no soy tan exigente como hace años. Yo llegué a ser cruel conmigo mismo, ahora soy más filosófico. Antes era un aguerrido delantero centro sin piedad, autoexigente e irritantemente perfeccionista. Ahora veo la vida con otra perspectiva.
¿Qué diferencias ve entre ‘su’ fútbol y el actual?
Es más fácil decir lo que no ha cambiado. Los futbolistas son más rápidos, mejor cuidados, las botas son diferentes… todo es diferente. Todo progresa, pero a mi me gustaba el fútbol de cuando yo jugaba. No tengo envidia del actual. Hoy los jugadores parecen máquinas. Hay el miedo a perder. Impera ese asqueroso dicho que dice que hay que ganar a toda costa, aunque sea de penalti injusto en el último momento. Veo menos espontaneidad.
¿Qué cosas cambiaría?
El fútbol a día de hoy está secuestrado por la pasta. Fíjate lo podrido que está la planta noble (fútbol de élite) que muchos dirigentes ya están entre rejas. Desde la distancia, el fútbol tiene la estética de una señora elegante y guapa. Sin embargo te acercas dos cambio allí.
¿En la Premier también es así?
Allí es más sutil. Está hecho con corbata y con tarjeta de visita, pero es igual. Fundamentalmente es muy parecido.
¿Cómo ve la polémica que rodea al fútbol?
Me desinteresa. No participo en ello. Padezco de ello porque en Barcelona soy madridista y en Madrid soy culé y en Valencia pues depende de quien va primero. No me importa ni me interesa, pero muchas veces el fútbol es un espejo de la sociedad en la que vivimos. La rivalidad en el fútbol siempre ha existido. Yo soy del Liverpool, pero no viene implícito que
Desde lejos, el fútbol es una señora elegante y guapa, hasta que te arrimas y te das cuenta de que es una momia”
parece correcto que los que ganan tienen que estar premiados, entonces se lo tienen que ganar. Un año Mourinho llegó a decir en el mes de febrero que la liga ya estaba acabada y que se centraban en la Champions. Sí, pero la liga seguía pagándoles 140 millones mientras él hueveaba con su equipo de fútbol.
¿Está a favor de la introducción del VAR (videoarbitraje)?
Soy un poco rústico sobre el tema. He cambiado un poco mi opinión sobre el tema. Estaba muy en contra del videoarbitraje, pero cada vez menos. Sigo resistiéndome en gran medida al VAR, aunque veo positivo lo del ‘ojo de halcón’. Eso es algo objetivo.