El camino hacia la 29ª Copa dejó cruces dignos de Champions
Athletic, Real Sociedad y Atlético fueron los rivales del Barça antes de la finalísima
El Barça amplía su supremacía como Rey de Copas. Tras derrotar en la final al Alavés, el club azulgrana conquistó su vigesimonoveno título, cosecha lograda en 39 finales. En esta edición, otra vez el camino hacia el éxito ha sido arduo, duro, ya que le ha obligado a dejar en la cuenta a rivales de primer orden. Tanto, que algunas de las últimas Champions no han planteado para alguno de los campeones escollos superiores a los que ha debido afrontar el Barça en esta Copa.
Solo en la primera eliminatoria, ante el Hércules de Segunda B, permitió a Luis Enrique cierto respiro incluso en la alineación. Y eso que un gol de David Mainz en el Rico Pérez evidenció que ni ese duelo sería tan cómodo como se esperaba. El canterano Carles Aleñá, con un gran chut, puso el definitivo 1-1 y en la vuelta, en el Camp Nou, se cumplió rotundamente el pronóstico: 7-0, con ‘hat trick’ de Arda Turan incluido.
En octavos empezaron las curvas. Al Barça le tocó el Athletic, el club con más Copas de España tras los culés. Derrotado en tres finales en los últimos ocho años (2009, 2012, 2015), los ‘leones’ volvieron a morder el polvo ante el Barça. Un 2-1 en San Mamés la noche de Reyes le hizo concebir ilusiones, pero a los goles de Aduriz y Williams respondió Messi con un tanto de falta. En el Camp Nou, Luis Suárez, Neymar y otro gol de falta de Messi certificaron el pase del Barça, aunque el Athletic contestó con una diana de Saborit (3-1).
Ya en cuartos, otro rival vasco para el Barça, la Real Sociedad de Eusebio Sacristán. Anoeta, tradi- cionalmente difícil para los culés, sucumbió esta vez con un gol de penalti de Neymar (0-1). En la vuelta, en el Camp Nou, el vigente campeón confirmó su clasificación ganando por 5-2.
Quedaba el último obstáculo, el Atlético. En el Calderón, Messi y Luis Suárez colocaban un rápido 0-2, pero un cabezazo de Griezmann daba esperanza al Atleti (1-2). En el Camp Nou, el Atlético, que incluso falló un penalti, hizo sufrir al Barça, y eso que Luis Suárez firmó el 1-0. El 1-1 de Gameiro a poco del final, un gol anulado a Griezmann y las rojas a Sergi Roberto y Suárez dan fe de lo duro que fue para el Barça llegar a otra final, la tercera con Luis Enrique. Desde Fernando Daucick, entre 1951 y 1953, con el aquel legendario Barça de les Cinc Copes, no se lograba