Extraterrestre Kilian Jornet
El catalán coronó por segunda vez en una semana el Everest, en esta ocasión en 17 horas, de nuevo sin cuerdas fijas y sin oxígeno
Kilian Jornet ha vuelto a superar sus propios límites. Por segunda vez en una semana, el polifacético deportista catalán volvió a coronar el Everest, la cima más alta del mundo (8.848 metros), esta vez mejorando su tiempo y de nuevo sin oxígeno artificial ni cuerdas fijas. Jornet logró culminar el ascenso en solo 17 horas.
Esta vez Kilian Jornet salió desde el Campo Base Avanzado, a unos 6.400 metros de altura en un día de fuerte viento, e invirtió 17 horas en subir hasta la cima, un trayecto que seis días atrás había realizado en algo más de 21 horas. En la anterior ascensión había invertido un total de 26 horas desde el monasterio de Rongbuk, a 5.100 metros de altura, pero en esta ocasión comenzó su aventura desde más alto, evitando así una zona muy incómoda de hielo y piedras, y una vez alcanzada la cima regresó al Campo Base Avanzado, donde se encuentra descansando junto a su amigo y guía de montaña Sébastien Montaz, quien graba todas sus hazañas en video y las convierte en documentales, y que fue quien comunicó la última a través de Twitter.
El ultramaratoniano y escalador nacido en Sabadell pero criado desde pequeño en la Cerdanya, varias veces campeón del mundo de carreras y esquí de montaña, ya avisó que quería repetir la hazaña este fin de semana, justo antes de que acabe la temporada de ascensiones al Everest, que precisamente concluía ayer. Y finalmente así fue. Jornet, quien el próximo 27 de octubre cumplirá 28 años, inició el sábado su aventura y la culminó con éxito el domingo.
En su primera ascensión al Everest, Jornet sufrió un virus estomacal cuando se encontraba a 7.700 metros que le obligó a tardar más de lo previsto en completar la subida, o al menos más de lo que él consideraba que podía realizar. Así que de nuevo quiso ir contra los límites del ser humano y demostrar que, en plenitud de condiciones, no hay barreras que se le resistan.
Una nueva era del alpinismo
“¡Estoy muy emocionado de haber podido hacer cumbre otra vez! Hoy me he encontrado bien aunque hacía mucho viento y me ha costado bastante avanzar. Hacer dos veces cumbre en el Everest en una semana y sin oxígeno creo que establece una nueva línea de posibilidades en el alpinismo y estoy muy contento de haberlo podido llevar a cabo”, explicaba Jornet en un comunicado remitido por su equipo.
Se trataba de una cuenta pendiente. En su primera ascensión a la mítica montaña, hace una semana, Kilian no se encontró bien. “A partir de 7.500 metros no me encontraba muy bien y avanzaba muy lentamente. Cada pocos metros tenía que detenerme ya fuera con vómitos o con rampas. A pesar de todo, me encontraba bien en altura y decidí continuar. De vuelta, sin embargo, pensé que me gustaría volver a intentarlo en buenas condiciones”. Dicho y hecho: Kilian Jornet volvió a abrazar al techo del mundo