Ter Stegen cumplió su palabra
Marc-André Ter Stegen llegó al Barça con Luis Enrique. Para decirlo cronológicamente, cuando Lucho aterrizó en Barcelona Ter Stegen ya estaba fichado. De buenas a primeras, sin embargo, el meta teutón vio cómo sus expectativas deportivas se vieron rebajadas porque Claudio Bravo fue el portero escogido para disputar la primera Liga. Y también, gracias a su sobresaliente rendimiento, el chileno fue titular en la segunda. Mientras, él quedaba como titular para los torneos de eliminatoria y también fue un jugador de rendimiento inmediato. Ganó la Copa y la Champions League en su primera temporada en el Barça donde, gracias al buen quehacer de ambos porteros, el pronosticado debate -y la consiguiente crisis- por el adiós a Víctor Valdés jamás existió.
El segundo disgusto de Ter Stegen fue no jugar, tampoco, la final del Mundial de Clubs. Ahí lanzó su órdago. Para la siguiente temporada quería ser titular. Minutos y competiciones importantes para él. Le fastidiaban las preguntas, en rueda de prensa, que hablaban de él como portero de futuro. Él reivindicaba ser portero ya de presente. Planteó un problema donde no lo había, a nivel colectivo, pero forzó al club a tomar una decisión.
Ter Stegen mostró ambición, seguridad en sí mismo y, entre la edad de uno y la edad de otro, Robert,
Luis Enrique y Bartomeu optaron por darle la portería al alemán. En esos momentos se habló ya de una ampliación y mejora del contrato. Y dice mucho de Ter
Stegen que, así como el Barça le demostró que apostaba por él, el portero también ha hecho confianza a la palabra dada. No ha querido hablar de su renovación hasta finalizar la campaña y, llegado el momento de negociar y firmar, no pedir nada de lo que habían hablado un año antes. En este sentido, también, ha sido serio y profesional. Como lo fue a la hora de llegar y querer aprender español para comunicarse con todos sus compañeros y el staff desde el primer viaje de pretemporada. Tres años después, sigue perfeccionando el castellano y ya entiende el catalán. La integración es absoluta y, de seguir así, con tanta seriedad y profesionalidad, en el futuro pinta a capitán del Barça. Al menos, entre los cuatro con mando. Tiempo al tiempo. Sería una muy buena señal
Para renovar no ha pedido nada más de lo que se había hablado un año antes