Wembley-92, por delante y por detrás
Empezamos la temporada jugando el Gamper contra la Sampdoria para recordar la final del 20 de mayo de 1992, el día que cambió nuestras vidas y el punto de inflexión del rumbo deportivo del Barça. Hemos terminado la temporada con un partido donde casi la totalidad de los integrantes de esa plantilla se lo pasaron en grande en el reencuentro en el Camp Nou para homenajear a los héroes de Wembley. La camiseta del Barça que los jugadores han lucido esta temporada era un modelo ‘vintage’ basado en la que lucía el Barça del 92. El carnet de socio de este año, para rendir tributo a los 25 años de la primera Champions, lleva también esas franjas estrechas. En el Museu se ha habilitado un Espai Wembley para el recuerdo de los fetichistas. El
resucitado Fòrum Samitier ha montado tres sesiones monográficas sobre el Barça de Johan y lo que supuso la efémeride londinense. Ya con Bakero como organizador, y de acuerdo con los capitanes Zubizarreta, Alexanco y Koeman, los jugadores han tenido sus espacios de reencuentro. Una comida privada un día y otra cena de gala con sus mujeres y familia.
Y el fin de fiesta fue el espectáculo del Camp Nou, emotivo y bien preparado.
Se podían hacer otras cosas en lugar de las que se han hecho. Naturalmente. Se podía haber organizado mejor, como todo en la vida. Pero, por acumulación, lo que seguro que no se ha hecho es poco 1. El sábado, mirando al pasado del Barça, 29.000 en el Camp Nou personas parecieron pocas. El domingo, mirando al futuro de Catalunya, 30.000 personas en Montjuïc parecieron muchas. Todo depende de las gafas con que lo miras: las de la hipercrítica o las de
la euforia.
2. Por cierto, en mayo del 84, el homenaje a Hugo ‘Cholo’ Sotil, diez años después del 0-5 y de ‘campeonar’ una Liga, se hizo en un Miniestadi vacío y apenas se recaudaron 2 millones de pesetas.
3. En octubre de ese mismo 1984, el Barça montó el homenaje a Quini en el Camp Nou. Ahí estuvimos 20.000 incondicionales para ver una pachanga contra las estrellas de la Liga.