ANILLO DE LEYENDA
Los Warriors no fallaron en el quinto partido de la final y reconquistan el título de campeones Durant y Curry se combinaron para anotar 75 puntos en otro festival ofensivo ante los Cavs
Los Warriors son los mejores. No hay duda, absolutamente ninguna duda. La temporada pasada batieron el récord de victorias en fase regular de aquellos míticos Chicago Bulls de Michael Jordan, pero no lograron certificar la gesta en la final perdida ante los Cavaliers, pero en esta campaña, ya con la presencia en sus filas de un fenómeno como Kevin Durant, han ganado cuando realmente había que hacerlo, al final.
“Aprendimos del error del año pasado”, reconoció Stephen Curry tras acabar la batalla.
El resultado ha sido el título de campeón venciendo en 31 de sus últimos 33 encuentros, incluidos 16 de sus 17 partidos de playoff. Es el segundo título de campeón en los últimos tres años, algo que ya comienza a oler a dinastía. El tiempo dirá qué posición ocupan estos Warriors en el ránking de mejores equipos de la historia, pero lo que sí se puede comenzar a afirmar es que estamos ante una de las máquinas de ataque más demoledoras de todos los tiempos.
Los Warriors llegaban a este encuentro con un 3-1 en la serie, como ocurrió la temporada pasada, pero tal y como se esperaba las cosas habían cambiado mucho en la plantilla del equipo de Oakland. Ahora había mucha más seguridad y experiencia. Y, además, estaba Kevin Durant, un factor diferencial, un jugador que recibió merecidamente el trofeo de MVP de las finales. Demasiado para los Cavaliers (129-120).
La final no sólo ofreció un espectacular duelo entre grandísimos equipos que recuerda a aquellas batallas entre Lakers y Celtics, sino que también ofreció un duelo individual entre LeBron y Durant, quienes en unas cuantas ocasiones se defendieron directamente. Ninguno de los dos defraudó: LeBron hizo un esfuerzo inhumano (41 puntos) y Durant estuvo a su altura (39).
No comenzaron bien los Warriors, fallones y sin encontrar su ritmo, todo lo contrario que los Cavaliers, que llegaron a almacenar una máxima renta de ocho puntos (33-41), pero cuando Steve Kerr dio entrada a Iguodala por Pachulia la configuración del equipo cambió y los Warriors comenzaron a carburar hasta endosar a su adversario un parcial absolutamente demoledor de 30-8 en menos de ocho minutos,. Así son estos Warriors, a la que pillan la racha llueven triples y canastas de todo tipo. El partido modificó su dibujo totalmente, los de la Bahía llegaron a acumular 17 de renta (69-52) y ya nunca fueron por detrás en el marcador. Cleveland lo intentó hasta la extenuación, pero estos Warriors son demasiado hueso. No hay discusión posible. Son los mejores. Warriors, campeones