Daniela Seguel, en el nombre del padre
Perdió a su progenitor en noviembre y ayer ganó en Barcelona en el día del padre en Chile
26 de noviembre de 2016, final de Copa Las Condes (Chile) entre la local Daniela Seguel y la brasileña Paula Gonçalves. Con el primer set en el bolsillo (6-4) y 3-1 para Daniela, ésta ve que la gente se agolpa en la tribuna del club el Alba. Se acerca hasta ella porque allí estaba su familia y “veo que mi papá está convulsionando. Me puse a llorar. No sabía qué pasaba. Me quería retirar y acompañar a mi mamá y hermano a la clínica. Después todo se empezó a calmar y me dijeron que lo de mi papá era producto de un desmayo por el sol”. Pero, por desgracia, no fue así. Ella decidió seguir el partido, hasta que en el 4-4 del segundo set le avisaron que tenía que ir rápidamente a la clínica UC de San Carlos de Apoquindo. “Fui con la idea de encontrarlo con vida. Después ya me enteré de su muerte en el box”. Falleció de un infarto.
Este duro revés le llegó a los pocos días de cumplir 24 años, perdiendo a la persona que le abrió la puerta del tenis. Daniela descubrió el deporte de la raqueta a los siete años, cuando Jorge, su padre, le regaló la inscripción a una escuela de tenis a los 7 años. Gran admiradora de Marcelo Ríos –como él prefiere la
arcilla– en sus primeros años, intentó recuperarse de la pérdida de su progenitor para seguir persiguiendo su sueño. “Lo más importante esta temporada era jugar emocionalmente bien y recuperarme de
lo que había vivido, marcándome como objetivo acabar 2017 de las 150 primeras del ranking ( 221ª actual)”.
Decidió seguir los pasos de su entrenador Juan Pablo Abarca en Bélgica, preparándose en la academia
Ahora está sin entrenador y valora establecerse en la Ciudad Condal
de la campeona Justin Henin, pero la patria y la familia tiran mucha y regresó a su Chile natal.
Ayer, la chilena estrenaba su palmarés en un ITF 60.000S tras imponerse en la final del 1r Trofeu Internacional Ciutat de Barcelona a la francesa Amadine Hesse, en el que era su 13º torneo, el más importante de su carrera. Una victoria muy especial por cuanto ayer era el día del padre en Chile. Han pasado ocho meses, pero, pese al correr del tiempo, Daniela siente que todavía viaja de la mano de su padre. “No acepto su pérdida. Mi pensamiento en Europa –la gira que realiza es de tres meses– es que él está en casa y que lo veré en mi regreso a Chile”