Froome y Sky protagonizan la primera polémica
BMC y FDJ denunciaron el uso de unos elementos aerodinámicos en el maillot del Sky
Una de las conclusiones que quedaron claras y manifiestas tras la contrarreloj inaugural del Tour de Francia en Düsseledorf (Alemania) fue la superioridad de los Sky, que colocaron a cuatro de sus ciclistas entre los ocho mejores tiempos, con la victoria de Geraint Thomas y el buen registro de Chris Froome. Al acabar la CRI muchos eran los que hablaban de la nueva equipación blanca del Sky y del nombre bien visible de los corredores a la espalda, pero pocos se fijaron en una especie de ‘parches’ con bolitas que lucieron en su maillot, tanto en la zona de los brazos, como de los hombros y parte superior de la espalda, cuatro corredores del Sky, entre ellos Thomas y Froome.
El por qué de la denuncia
Nadie cayó en la cuenta de su presencia, hasta BMC y FDJ denunciado el uso de estas innovaciones técnicas que se conocen con el nombre de Vortex, ateniéndose a que el reglamento de la UCI prohíbe cualquier añadido en los maillots que mejore su aerodinámica y, según algunos expertos, estas ‘bolitas’ pueden mejorar hasta un 7% el coeficiente de penetración del aire en los maillots. De hecho, el director de FDJ, Frédéric Grappe, dijo que con su uso los del Sky podían ganar de 18 a 25” en los 14 kms de la contrarreloj. En la misma línea se expresó Fabio Baldato, director deportivo de BMC: “La ley es muy clara. Se prohíbe el uso de cualquier elemento aerodinámico en el maillot del corredor. Sky ha incumplido la norma”.
Como era de esperar, los acusados se defendieron. El director deportivo del Sky, Nicolas Portal, argumentó que “todo es legal. No hemos hecho trampa. Tuvimos el ok de los comisarios y no íbamos a arriesgarnos a perder el Tour en la primera etapa por una trampa. Es más, hay otros equipos que lo han estado usando”. Una denuncia que quedó en nada después de que el presidente del jurado, Philippe Marien, dijera que el Vortex “era una parte más del maillot y no un añadido”, pero habrá que estar atentos a la segunda y última contrarreloj del Tour, la del penúltimo día. La polémica, está servida