¿A la tercera, la vencida... o no hay dos sin tres?
Marco Asensio y Theo Hernández también preferieron en su día jugar en el Camp Nou pero el Barça se durmió y acabaron en el Bernabéu. Veremos qué pasa ahora con Dani Ceballos
Fabio Capello ha explicado muchas veces que el 24 de agosto de 2005, cuando viendo como un niño de 18 años volvía loca a la defensa de la Juventus, se acercó al banquillo del Barça y le pidió a Frank Rijkaard que le cediera a Leo Messi. El técnico italiano no había visto en toda su vida semejante talento. Y sigue sin verlo.
Siendo incomparable Leo, aquella explosión de talento en el Gamper recuerda a la de Dani Ceballos hace justo una semana cuando en el Europeo Sub21 deslumbró a base de talento y trabajo. Dio los mejores pases, robó más balones que nadie y fue el que más kilómetros recorrió. Todo ello sazonado con uno repertorio de caños uno de ellos memorable a Gagliardini - que dejaron atónitos a los observadores. La vida de Ceballos, como la de Messi 12 años antes, cambió a partir de esa noche.
El Madrid, que llevaba tiempo trabajándose el tema con gestiones personales de Florentino y José Ángel Sánchez, se movió de inmediato para bloquearlo. La cláusula, 15 millones, no era un problema y el futuro inmediato tampoco. Con un centro del campo superpoblado, estaba dispuesto a que Dani siguiera cedido un año en el Betis. Simeone, que lleva tiempo enamorado de Ceballos, también metió prisa al Atlético. Y se movió la Juve ofreciendo pagar más que la rescisión. Y el Bayern. El Barça, mientras tanto, a lo suyo. Hasta que Bartomeu, de vacaciones como presidente en Formentera pero trabajando en la isla como director técnico, llamóa Robert.
A buen entendedor, pocas palabras bastan. El secretario técnico habló con Serra Ferrer, vicepresidente del Betis y personaje clave si Ceballos acaba en el Barça, con Gustavo Cañizares, agente de Bahía que gestiona los intereses del jugador, y con el entorno del futbolista. En cuestión de horas, un nombre que no había aparecido en ninguno de los planes del Barcelona, se convirtió en objetivo prioritario.
Desde Bahía se informó al Barça de las muchas propuestas que tenía y de que ellos no decidirían nada sino que trabajarían para que Ceballos acabase jugando donde quisiera jugar. Es decir, que ellos no tenían preferencia por ningún equipo y que no harían más por uno que por otro. Los agentes trabajan para los jugadores, no para los clubes. Una posición que obligaba a hablar personalmente con Dani y tras esa conversación Robert entendió que Ceballos prefería jugar en el Barça que el Madrid, pero...
Esa sensación también la tuvo cuando llegó a un acuerdo con Theo Hernández. Ya escribimos aquí que el acuerdo verbal obligada a moverse rápido porque el Madrid también le quería y Florentino Pérez no iba a reparar en gastos. Y efectivamente, el lateral del Atlético de Madrid, cedido la pasada temporada al Alavés, jugará de blanco a las órdenes de Zidane. Como lo está haciendo ya Marco Asensio, otro futbolista excelente y de enorme proyección, que estaba más que de acuerdo en salir del Mallorca para venir al Barça pero el Barça fue rácano en el último momento, se durmió y Florentino, en un plis -plas, se llevó al chaval. Bartomeu, al que entre otras cosas le cuesta entender que en fútbol siempre es más tarde de lo que parece, está ahora en la encrucijada de confirma si es verdad que a la tercera va la vencida o si, por el contrario, lo que confirmará es que no hay dos sin tres