Preocupación culé
El sábado pasado con motivo de un desplazamiento con la Penya Gatronómica a la Atmella de Mar para degustar un sabroso menú de atún en sus diversas variedades, tuve la oportunidad de percibir de primera mano el sentir de medio centenar de barcelonistas. La mayoría de ellos mostraban su preocupación por la situación del club. La “gent” blaugrana está inquieta y no principalmente por una hipotética moción de censura, que pudiera presentar esta misma semana el contumaz ex candidato presidencial Agustí Benedito ,opor la supuesta falta de transparencia con el “seient lliure” , o con la arbitraria elección de los “tour operadores”. Lo que verdaderamente perturba al “soci” es la falta de diligencia con los fichajes. Pasan los días y la contratación de Verratti parece alejarse, el bético Ceballos, siguiendo la senda de Isco y Asensio, se ha decantado por el Madrid y lo de Bellerín tampoco apunta a que será nada sencillo sacarlo del Arsenal. De momento únicamente se ha cerrado el retorno de un dubitativo Deulofeu, y porque estaba acordado por cláusula. La posible llegada, fuera de guión, de
Paulinho, despierta más dudas que ilusión. Para colmo en pleno mercado, se amplía el organigrama técnico con un nuevo cargo de ‘mánager’ general deportivo, al que es ascendido Pep Segura, por encima de Robert Fernández .La pregunta es: ¿Ahora quien decide los fichajes? Como también habría que explicar que para acabar haciendo la lista de incorporaciones de la portera, que diría Núñez, para que sirve tamaña macro estructura de técnicos.
El culé esta mosca. Una cosa está clara, no hay margen de error con los refuerzos, para no dilapidar los últimos años del mejor futbolista de la historia, Messi, que a la vuelta de su luna de miel querrá un equipo a la altura de las necesidades