ÉPICA SIN PREMIO
Remontada incompleta de Rafa Nadal, que cede 15-13 en el quinto set de un dramático duelo de 4h.48’ Excepcional respuesta del luxemburgués Gilles Muller, a sus 34 años viviendo el partido de su vida
Un Rafa Nadal por vez primera campeón de Roland Garros se presentó en Wimbledon con la melena al viento y enfundado en una camiseta sin magas y unos pantalones piratas, el uniforme con el que acabaría triunfando en la ‘Catedral’ en 2008. Con la resaca de París, su estreno en el palmarés del Grand Slam, acudió a la hierba sin miras de resultado, y chocó contra otro zurdo, de nombre y apellido Gilles Muller. Luxemburgués que había completado su formación en Barcelona, en la Academia Sánchez-Casal.
Se tomó cumplida revancha en 2011, en la que era su cuarta victoria sobre Muller. Caprichos del destino, un Nadal más maduro, 31 años, y de nuevo ambicioso en el All England Club, intentando recobrar su racha de cinco finales consecutivas entre 2006 y 2011, persiguiendo además el número uno mundial, perdió en el mismo escenario de doce años atrás, la Pista 1 del AELTC, ante Gilles, a los 34 y 26º ATP protagonizando el partido de su vida, en el que era su estreno en unos octavos de Wimbledon, que prolonga a cuartos tras salir vencedor de un enfrentamiento épico: 6-3, 6-4, 3-6, 4-6 y 15-13 en 4h.48’. Se hizo merecedor del cruce con el croata Marin Cilic, que le endosó un triple 6-2 a Roberto Bautista.
Enorme respuesta de Muller, que se presentó en Londres con el aval de campeón del ATP de Hertogenbosch y semifinalista de Queen’s. Nadal había encadenado 28 sets consecutivos en Grand Slam, pero hincó la rodilla ante un especialista en la hierba, un reputado sacador, capaz de variar el servicio con autoridad, creando ángulos a su antojo.
Nadal hizo honor a su fama de guerrero indomable. Entregó con sendos ‘breaks’ los igualados sets iniciales, en los que Muller sembró a base de saques. Éste no pudo mantener ese ritmo frenético, y Rafa se le echó encima, mostró galones con una potencial descomunal de ‘palos’.
Dinámica positiva de Nadal en su intento de remontar por tercera vez en su carrera un 0-2 en sets. Pero Muller salió de su período de hibernación en la manga decisiva, que se prolongó durante 2h.15’ tan espectacular como dramática. Enormes ambos jugadores sobreponiéndose a la presión y el cansancio con respuestas inverosímiles, soluciones que maravillaron. La afición local se volcó con el español, sobre todo cuando vio cómo salvaba dos pelotas de ‘match’ con 4-5 y otro par más con 9-10 abajo.
Mayor desgaste para Nadal, siempre sirviendo por abajo en el marcador, hasta que la tensa cuerda se rompió. Rafa había hecho un buen partido: ¡23 aces!, 77 golpes ganadores y sólo 17 errores no forzados. Unos números que en otra superficie hubieran significado una victoria segura. Pero en césped cuentan los detalles, y de nada le valió sumar más puntos, 198 por 191. Los trascendentes fueron de un Muller que supo frenar la pujanza de una leyenda y mantenerse firme como nunca antes
5º ‘MATCH-POINTS’ Rafa fue dos sets abajo y salvó dos puntos de partido con 4-5 y otro par con 9-10 en un quinto set de dos horas y cuarto
VERDUGO CONOCIDO
Muller ya le ganó en la misma Pista 1 en 2005