Kittel fue el tirano de Bergerac
Sumó su cuarta victoria en el Tour con gran autoridad, en un día de trámite para los favoritos y damnificados de la novena etapa
Ayer por la mañana André Greipel publicaba un post en Twitter con el energético desayuno que le estaba esperando. El ciclista alemán del Lotto-Soudal buscaba con esta imagen las fuerzas necesarias para plantar cara al rey del sprint del Tour de Francia, su compatriota Marcel Kittel (Quick-Step). Pero ni los dos huevos fritos, ni tener a todo su equipo trabajando para él en los kilómetros finales, le sirvieron para plantar cara al maillot verde de la ronda gala.
Marcelo Kittel no necesitó de sus compañeros para que le lanzaran como hacen la mayoría de equipos de los sprinters en los metros finales, cambiando Quick-Step su planteamiento respecto a etapas anteriores, en las que después de poner todo el empeño en posicionar a su líder vieron como otras formaciones les superaban con cierta facilidad, cometiendo algún que otro error de colocación. Pero, la superioridad del líder de la clasificación de los puntos es tan manifiesta que se basta de sus piernas y clase para superar a los que osan discutirle el trono del sprint, logrando ayer la cuarta victoria tras las diez primeras etapas. Un éxito que además tenía un sabor especial, ya que representaba la 13ª victoria del de Arnstadt de la temporada y la 13ª en la Gran Boucle, convirtiéndose en el ciclista alemán con más victorias en la prueba, superando ya a Erik Zabel.
172 km de escapada
Kittel abrazó en Bergerac una etapa marcada de inicio por las escapada de dos hombres, Elie Gesbert (Fortuneo-Oscaro) y Yoann Offredo (Wanty). Dos ciclistas a los que el pelotón dejó hacer dada su posición en la general, al no representar peligro alguno. Gesbert y Offredo buscaron la gloria de inicio. Una gloria que era más que complicado que protagonizaran en la 10ª jornada del Tour, de 178 km, entre Périgueux y Bergerac, com dos cotas de 4ª categoría repartidas en el recorrido, y de hecho ambos eran cazados a falta de siete kilómetros, después de ser cabeza de carrera más de 170 kilómetros.
A partir de este punto se desató la madre de todas las batallas, desapareciendo Sky de las posiciones de cabeza que había ocupado en el último cuarto del recorrido, ya que con anterioridad corrió a la defensiva, reservando energía. Cazadas las dos liebres, los equipos de los sprinters trazaron su plan. El diseño del mismo no fue fácil de plantear para las formaciones de los hombres más rápidos por las curvas previas a la recta de meta y por la elevada velocidad. Puede que por esta razón Quick-Step no pudiera trabajar para su líder, quien dejó hacerasusprincipalesrivales,hasta que cuando consideró oportuno atacó desde muy lejos, logrando la victoria con hasta dos bicis de margen respecto a John Degenkolb, segundo, que poco pudo hacer.
Tras el triunfo, Marcel Kittel se afianza como el hombre más rápido del Tour, teniendo hoy otra oportunidad para extender su reinado, al menos que fructifique alguna escapada, en un día en el que los favoritos a la lucha por el podio del París buscarán de nuevo solventar la papeleta sin contratiempos a la espera de la montaña
hay quien piensa que Alberto Contador ya no está para ganar una grande, algo que su hermano Fran debatió ayer en Eurosport.
”A deportistas como Alberto no hay que enterrarlos de un día para otro. La temporada que ha hecho ha sido muy exitosa. Para acabar, al margen de las buenas condiciones tiene que acompañar la suerte. No