“TRAS UN ERROR, HAY QUE REÍRSE DE UNO MISMO”
Puede gustar más o menos, pero lo que nadie le puede negar a Marc Márquez es su carácter. Por muy mal que se le ponga una situación, nunca se rinde. Hace tres carreras Marc estaba a 37 puntos del liderato y hubo quien se atrevió a insinuar que estaba descartado para el título, pero consiguió darle la vuelta a la situación y se marchó de vacaciones en el primer puesto de un campeonato con 4 pilotos en 10 puntos. En las respuestas de Marc están las explicaciones a lo que ha pasado en la primera mitad del curso 2017.
Este campeonato tan apretado, ¿es fruto de circunstancias especiales o realidad de una igualdad máxima?
Un poco de las dos cosas. La categoría está bastante más igualada que cuando yo llegué a MotoGP en 2013. La centralita única ha ayudado mucho a limar las diferencias entre las diferentes motos, pero también entre las motos de la misma marca. Las prestaciones entre las motos de fábrica y las satélite se han igualado mucho. Creo que esto es positivo.
En cuanto a los neumáticos, ¿se han equivocado en Michelin? ¿Han intentado ir demasiado lejos?
Equivocarse no es la palabra. Han intentado darnos a todos los pilotos mucha seguridad en base a la experiencia del año pasado, y por querer hacerlo tan bien han hecho que todos perdamos un poco la noción. Muchas veces es mejor ir a lo simple, a lo que ya conoces y que sabes que trabaja más o menos bien; pero poco a poco van volviendo a la línea natural, y esto hará que poco a poco se irán viendo resultados más constantes de todos los pilotos.
Se ha hablado de neumáticos especiales para Ducati en Mugello y cosas por el estilo. ¿Cree usted en teorías conspirativas de este tipo?
No. Estoy 100% seguro de que hay ‘fair play’. Los neumáticos son todos negros, te tocan por sorteo y al final tú tienes muchos neumáticos durante el fin de semana. Tengo la máxima confianza en este sentido.
Hablemos de Montmeló. Se cayó cuatro veces en 24 horas. ¿De dónde sacó la fuerza mental y física para llevar una moto con tantos problemas tan bien en carrera?
Fue un fin de semana difícil. La fuerza mental la saqué del equipo. En ocasiones como esas te apoyan, te dan la confianza y te devuelven el ánimo. Esto es para mí muy importante y por lo que mantengo mi equipo, y para mí es intocable. Reconozco que corrí la carrera de Montmeló sin mucha confianza, pero aún así acabé segundo.
En el podio bromeó simulando una caída, ¿esta actitud positiva es natural o lo hace para agradar al público?
Siempre he sido muy expresivo y alegre. La filosofía de vida correcta es la de sacar siempre el lado positivo, y cuando cometes un error lo tienes que entender, te tienes que enfadar en el momento, pero luego lo tienes que olvidar y reírte de uno mismo. Esas cosas me salen de dentro.
Con los problemas que tiene en la Honda se antoja difícil entender que lidere el Mundial.
De todos los problemas que tenemos, el principal es la salida de curva. No acabamos de acelerar como nos gustaría y ahí perdemos un poquito. Esto hace que, para que salga el tiempo, tengas que frenar más tarde y entrar en la curva más rápido. Esto a su vez te obliga a ir al límite con el neumático delantero y por eso sufro con el delantero. Pero todo es consecuencia de nuestros problemas de aceleración. Como te he dicho, es una rueda.
¿Si tuviera la electrónica Honda de 2014, ganaría 10 carreras consecutivas como entonces?
Ahora no. El funcionamiento de nuestra base electrónica es bastante constante, pero sí que es cierto que nos ha costado llegar a este punto, aunque me encuentro bastante bien en cuanto a nuestra electrónica.
¿Y con el motor?
También mejor. Está claro que siempre se puede mejorar, pero lo vamos entendiendo mejor sobre la manera de pilotarlo. La gente escucha aceleración y dice “es el motor que no corre”, y nuestro motor corre bastante, lo que pasa es que no podemos utilizar esa potencia porque hay mucho ‘wheelie’.
Nakamoto era el responsable de HRC a su llegada y este año está Kuwata al frente del equipo. ¿Existen diferencias de gestión de carreras entre ambos?
De momento, no mucho. Nakamoto llevaba muchos años, yo creo que hizo un buen trabajo y lo le estaré siempre muy agradecido porque me dio la oportunidad de entrar en el equipo de HRC de fábrica. Lo de ahora es un cambio, pero al final Kuwata es también muy bueno, su especialidad es la electrónica y motores, está al día de cómo está evolucionando la moto.
Jack Miller sostiene que la moto de este año es mucho más fácil de pilotar que las precedentes. ¿Lo comparte?
Sí, este año hemos conseguido una moto más fácil de llevar, pero esto no quiere decir que sea un moto más rápida, pero te permite mantener un ritmo más constante en carrera.
Si tuviera que cambiar su moto por otra durante un fin de semana, ¿por cuál lo haría?
Me gustaría hacer como cuando voy a hacer motocross y estoy con los amigos. Yo llevo una Honda, un amigo lleva una Yamaha, otro una KTM, otro una Suzuki y, como no hay cámaras, de vez en cuando nos las cambiamos. Sería divertido hacer un test así con las MotoGP, pero sé que esto nunca sucederá. Las querría probar todas, pero está claro que tanto Yamaha como Ducati, que han liderado, siempre apetece probarlas.
En Sachsenring sumó su 8ª victoria desde la pole consecutiva en dicho escenario. ¿Cuál es su secreto?
Es un circuito raro y peculiar, que no tiene igual en el Mundial. Tienes que pilotar un poco diferente que en el resto, y en esa adaptación soy bastante rápido. Y también está el hecho de que se gire siempre a izquierdas. Las curvas de izquierdas se me dan mejor que las de derechas.
Su hermano Àlex ha conseguido ganar ya en Moto2. Imagino que estará orgulloso de él.
Claro que sí. Ha tardado tres años en explotar en Moto2, pero cada piloto es diferente y necesita unos tiempos. Está trabajando muy bien y obviamente me alegro mucho por él.
Pongamos que gana este campeonato. ¿Quién será segundo?
¡Ojalá sea así! Si gano yo me da igual quien es 2º, pero creo que tanto Viñales, como Rossi y Dovizioso tienen muchas opciones de ganar el campeonato. Está todo muy apretado, pero el segundo es el primero de los perdedores, así que sólo vale ganar