Una jugadora “mas fuerte” y de retos y escenarios potentes
Garbiñe Muguruza regresó ayer a la ‘Catedral’ del tenis mundial, la central de Wimbledon, donde no había sido programado ninguno de esos anteriores partidos, tampoco el duelo de cuartos contra la alemana Angelique Kerber, número uno hasta el lunes y finalista de la edición de 2016, perdiendo ante Serena Williams, como la española en 2015. “Yo siempre quiero jugar en la central. He jugado ahora y volverá a hacerlo el sábado, y eso me gusta”, significa la caraqueña.
“Cuanto más importante sea la pista y la rival que tiene enfrente, mejor. Es lo que le gusta a Garbiñe, está hecha para grandes escenarios y retos”, significaba Alejo Mancisidor, el entrenador con quien se formó y entró en profesionales, cerrando la colaboración justo después de la final de Wimbledon de 2015.
El palmarés habla de ese especial don de Garbiñe para crecerse en instantes en que la mayoría se arruga, a la vez que baja el rendimiento si no hay una motivación extra por el camino. Con un potencial que le permite aspirar a todo, sólo tiene tres títulos y mañana disputará únicamente su séptima final profesional WTA. Eso sí, cumplió el sueño de cualquier tenista conquistando un Grand Slam, Roland Garros 2016, que continúa siendo su único trofeo en tierra batida. Vencedora de Hobart 2014 y Pekín 2015, su historial de hierba está a cero, pero podría inaugurarlo de la mejor manera posible si conquista Wimbledon en ya su tercera final ‘grande’.
Serena se impuso por 6-4 y 6-4 en 2015. “Esa final salí bastante nerviosa, todo era nuevo, y además contra una de las mejores de la historia. Ahora me siento más fuerte como jugadora, con mas solvencia, con mas confianza de haber hecho muchos resultados buenos antes de estar aquí, y más preparada”, significó Garbiñe, quien ha venido incidiendo en la importancia de manejar el factor emociona en la cancha: “Sentía demasiadas cosas dentro del juego, y me afectaba mucho. Antes tenía muchas cosas en la cabeza, ahora intento hacerlo todo mas simple, con más calidad en todo lo que hago, es un reflejo, algo más simple”.
De Serena a Venus, de nuevo contra una Williams. Si siete veces conquistó Serena Wimbledon, Venus ya lo hizo en cinco ocasiones y suma nueve finales. Las tres que perdió, ante su hermana. “Será otra final histórica –comenta Garbiñe–. Sabe cómo jugar una final aquí, pero yo también he ganado en experiencia. Lo de 2015 me ayuda mucho. El paso del tiempo te hace aprender, te ayuda a afrontar todo tipo de situaciones”.
Dice Garbiñe que “cada vez que paso por delante del muro con el nombre de las campeonas (camino de la central) veo muchos Williams, y quiero volver a poner un nombre español”, el segundo tras el de Conchita en 1994.
Venus comentó que “estoy donde quería. Ya es mucho llegar hasta aquí, pero yo quiero algo más. Seguro que Serena me ayudará con sus consejos”