Bajan las aguas revueltas en Movistar
Cuando se suceden los éxitos los abrazos y las sonrisas se suceden, pero cuando la suerte es esquiva es cuando surgen las tensiones y cuando las manos ya no se buscan con tanta determinación para ser encajadas.
Cuando Nairo Quintana anunció que haría Giro y Tour fueron muchas las personas que cuestionaron esta ambiciosa propuestas, que no buscaba otro fin que la victorias en ambas grandes. Ante las dudas, Nairo siempre se mostró convencido del éxito de la aventura en mayúsculas. “Creo que es el momento de hacerlo, cuando el físico tiene una buena condición. Otros corredores lo intentan, pero cuando están ya en la fase final de su carrera. Yo quiero probar ahora que tenemos salud. Siento que este año he dado un paso más de madurez, de resistencia en el cuerpo”. Pero a los pocos días que empezara a rodar la Corsa Rosa ya se vio que el objetivo de Nairo no sería fácil, teniendo que conformarse con ser 2º al final. Tras el Giro las dudas persistían en el pelotón sobre si Nairo sería capaz de recuperarse a tiempo del esfuerzo en el Tour, pero, ante las dudas, el mejor termómetro es la carretera, sobre la que Quintana ha demostrado que no va como a él pensaba. Lo cierto es que no anda y no puede seguir el ritmo de sus rivales. Lo tiene tan claro que ya piensa en el 2018, en el que ni por asomo hará el Giro.
Nairo en todo momento se ha mostrado respetuoso, pero ayer su padre explotó en ‘Noticias Caracol’. “Los colombianos estamos protestando porque nos están quemando a Nairo. Él no debió correr el Giro si iba a correr el Tour. Es una cuestión de falta de organización del Movistar. Parece que estuvieran aprendiendo porque esa no es la manera de correr un Tour, llevaron a los ciclistas como a un entrenamiento, parece que a Eusebio (Unzué) se le ha olvidado después de todo”.
Unas durísimas palabras que se pueden considerar más o menos afortunadas pero que sólo van en una dirección. Ahora falta ver cuál es la respuesta de Movistar y de Eusebio Unzué, si la hay, o si prefieren correr un tupido velo