Entrenamiento de alto riesgo
Algunos aficionados azulgrana saltaron el cordón de seguridad del Red Bull Arena para acercarse a sus ídolos
“Solo los vemos una vez al año y hay que intentar llegar a ellos como sea”. Fue lo que debieron pensar los jóvenes aficionados que se saltaron el cordón de seguridad del Red Bull Arena, escenario del entrenamiento del Barça ayer por la tarde, en vísperas del choque de esta noche ante la Juventus, el primero de los tres encuentros que disputarán los hombres de Valverde en su gira americana.
Hasta seis aficionados, la mayoría adolescentes, consiguieron saltar el cordón de seguridad justo al concluir la sesión, tras una hora y media de entrenamiento por parte de los jugadores del Barça.El objetivo era conseguir tocar a Messi, Suárez, Neymar o Piqué, daba igual la cantidad de guardas de seguridad que había en el estadio. Primero lo intentó un chico con la camiseta de Argentina, que se fue directo para Messi y que fue blocado justo delante del argentino, quien le pidió a los empleados de seguridad que fueran condescendientes con él, viendo que su único objetivo era abrazarse a él, que no entrañaba ningún peligro.
Tras el susto inicial, y con el chico ovacionado por la grada mientras era controlado y expulsado del estadio por tres miembros de seguridad, se sucedieron los ingresos de aficionados dentro del campo y desde diferentes zonas de la grada. Por instantes, lo que parecía una fiesta, con más de 10 aficionados entregados al Barça y a sus jugadores , que correspondieron a sus seguidores cada vez que coreaban su nombre saludándoles, se convirtió en una situación de pánico. Piqué, Messi, Suárez y Neymar, los más aclamados, fueron justamente los últimos en abandonar el campo, de ahí que los fans más aférrimos no dudaran en saltar al campo con la única idea de tocar a sus ídolos. Aunque por momentos parecía la situación descontrolada, el jefe de seguridad del Barça, Rafa Soldado, actuó con diligencia y logró poner a refugio a los cracks del Barça, con la ayuda, eso sí, de varios empleados de seguridad del estadio, así como otros miembros de seguridad del propio Barça.
Por suerte, la cosa no pasó a mayores, aunque por momentos pareció descontrolada y más de uno llegó a sentir pánico, tal y como demuestra el vídeo que ilustra esta información.