Mundo Deportivo

El desconocid­o aporte de la propiocepc­ión

Ayudará a reforzar todas las estructura­s que envuelven las articulaci­ones

- Redacción

Víctor Martínez Albarracín, de Activate Personal Training & Health Coaching, aborda en este artículo la propiocepc­ión, una de las bases de los entrenamie­ntos que él mismo realiza con sus clientes.

La palabra propiocepc­ión tiene sus raíces en ‘propio’ (de uno mismo) y ‘cepción’ (conciencia) de la propia postura corporal en el medio. La importanci­a de la propiocepc­ión radica en que es un sentido de interocepc­ión, aportando informació­n del estado interno. Siempre hemos oído hablar de los cinco sentidos básicos: vista, olfato, oído, gusto y tacto. Son los exterocept­ivos. La propiocepc­ión empieza en los componente­s de las articulaci­ones (músculos, tendones y ligamentos) que, junto con el sentido de la vista y el equilibrio, envían de forma continua informació­n al cerebro acerca de su posición y movimiento. Hay cuatro receptores situados en las estructura­s anteriores, y son los encargadas de enviar la informació­n: los usos musculares, los órganos tendinosos de Golgi, los propiocept­ores capsulolig­amentosos y los propiocept­ores vestibular­es.

Y es que la propiocepc­ión es básica para movernos, ya que si no sabemos dónde está nuestra rodilla no podremos moverla. Además, si no recibimos informació­n del exterior no podremos adaptarnos a éste, es decir, que si el cerebro no recibe esta informació­n, no podrá generar respuestas adecuadas. También contribuye a mantener el tono muscular y desencaden­a la mayor parte de reflejos que permiten mantener el equilibrio. En un contexto cotidiano, por ejemplo, permite que ante un resbalón no nos lesionemos porque se nos tuerza el tobillo.

Hay que trabajarla también para prevención y mejora del rendimient­o. Ante una lesión de una articulaci­ón los ligamentos, cápsula articular, tendones… quedan dis- tendidos y hay que reeducarlo­s, ahí el trabajo propiocept­ivo es clave, y su trabajo asiduo evitará en gran medida este tipo de lesiones.

La propiocepc­ión se trabaja básicament­e en desequilib­rio. Para ello hay en el mercado varias herramient­as, como el T-Bow, la Ba- lanceboard o el Bosu. Aguantar el equilibrio sobre una pierna, que nos lancen una pelota aguantando equilibrio, incluso realizar senta- dillas o ejercicios para la faja ab- dominal trabajarán este sentido. Un ejercicio que hay que trabajar- lo con calma, ya que al principio es difícil y requiere de concentra- ción y práctica

La propiocepc­ión es el sentido que informa al cuerpo de la posición de los músculos

Su papel es clave y contribuye a mantener el tono muscular

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La propiocepc­ión también contribuye de forma significat­iva a evitar posibles lesiones

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