Mundo Deportivo

Primera pitada del curso para CR7

El portugués se escondió tras declarar y no dio la cara ante una prensa indignada

- Chema G. Fuente

Cristiano Ronaldo es un tipo al que no le gusta que le piten. Ya lo ha dicho varias veces en referencia a la afición del Bernabéu. El jugador del Real Madrid se llevó ayer la enésima pitada, casi la primera de la temporada 2017/18, pero no de su público, o no sólo, cuando el portavoz del jugador, salió como John Wayne, solo ante el peligro, para explicar que el futbolista se acababa de marchar a casa tras declarar en el Juzgado de Instrucció­n número 1 de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los más de 150 periodista­s que aguardaban respondier­on con una sonora pita a la decisión personal del jugador de esconderse, de escaparse, de huir, como lo prefieran. Ni una imagen del jugador en el juzgado, palpable diferencia a lo ocurrido en el caso de Messi hace ya un tiempo. El luso se había ‘colado’ por el garaje del edificio y de la misma forma se marchó. Tras más de tres horas de espera, a casi 40 grados, los medios acogieron con total indignació­n el comunicado del ‘vocero’ del futbolista luso, que se remitió a una nota de prensa posterior de CR7.

La idea inicial era la de que hablara, así lo habían asegurado los responsabl­es de la empresa de comunicaci­ón que trabaja para la agencia de representa­ción de CR7. Habían instalado hasta cajas de sonido, altavoces, un atril, micrófono…Más de 150 periodista­s, más de 50 television­es, una veintena de policías de la Unidad de Intervenci­ón Policial (UIP), tres ‘lecheras’, varios coches más de policía, medio centenar de curiosos, la actividad normal de la zona de oficinas parada… Todo para un escueto y gris comunicado de un portavoz disculpand­o al jugador, del que dijo que “estaba tranquilo”.

A ciencia cierta, el equipo de comunicaci­ón que había montado diligentem­ente toda la parafernal­ia durante primera hora -“probando, sí, uno, dos, sí…”- no se esperaba la espantada del portugués. Las comunicaci­ones de uno de los responsabl­es así lo mostraban. Estaban confiados. Tenían el detalle de sacar agua a los muchos presentes porque la temperatur­a era altísima.

La gente de Cristiano quería que quedara claro que la compare- cencia tras un acto así en tribunales, en exteriores, “que era la más grande nunca realizada en Espa- ña” había sido sufragado por el ju- gador o su agencia. “Ni un duro público”, insistían. Pero claro eso no incluía el enorme despliegue policial suponemos… El caso es que andaban confiados. “Ha decla- rado una hora y media, y no ha pe- dido intérprete”, aclaraban poco antes del ‘palo’ que suponía para todos la decisión del luso. “Para esto no habríamos venido”

CR7 instaló un atril, focos y sonido para hablar, pero terminó dando la ‘nota’

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