¿Fútbol o negocio?
¿El dinero en el campo o en el banco? Sustituir a Neymar es más que cubrir una baja. La élite exige jugadores que ganen títulos y hagan ganar dinero
Supongamos, como parece lógico deducir, que Neymar acaba marchándose al PSG y el Barça ingresa 222 millones de euros en esa operación. ¿Qué hará con tanto dinero? ¿Reinvertir la fortuna íntegra para subir el nivel de la primera plantilla firmando dos/tres futbolistas de categoría especial? ¿Se reservará un buen pellizco para rebajar la deuda por debajo de 200 millones y poder acometer ya la remodelación del Camp Nou? ¿Elegirá un galáctico -cueste lo que cueste- que aporte fútbol y dinero, como es el caso de Neymar y el poderío de su marca, o la elección se ceñirá a criterios estrictamente deportivos?
Bartomeu, seguimos con la imaginación desatada, debe tener todas las respuestas. Y en el mercado encontraríamos un nombre que encajaría con cada una de las decisiones que pueda tomar el Barça. Y es que más allá de Coutinho, un fichaje que camina con independencia del desenlace de Ney, la salida del hijo del padre abriría la puerta de entrada a futbolistas como Dybala, Griezmann, Mbappé, Dembélé, Hazard... Grandísimos jugadores de clubs a los que, ahora mismo, no les llega la camisa al cuerpo porque la aventura del PSG no ha puesto en jaque sólo al Barcelona. También tiene temblando a todos los equipos con futbolistas del nivel que querría el Barça.
El mercado futbolístico, en previsión del seísmo francés, está paralizado. Perplejo, pendiente del movimiento final de Nasser Al-Khelaïfi para constatar de dónde sale el dinero para comprar a Neymar, porque se sospecha que llegue de fondos próximos, pero ajenos, a la contabilidad del PSG. Es decir, que desde fuera de fútbol se podría desestabilizar el mercado. Una maniobra que indigna a los grandes clubs europeos pero, por lo visto, hecha la ley de ‘Fair Play’ financiero, hecha la trampa.
Pero hay que esperar. Todo lo dicho y/o temido, depende de las próximas horas, días pero no semanas. Esto no puede alargarse más. Sin embargo, ayer por la mañana se nos confirmaba una vez más que el PSG no se ha dirigido al Barça para nada de nada. Bartomeu no sabe si será Nasser Al-Khelaïfi, como PSG, quien asumirá la operación o si serán los Neymar -que a todo esto el domingo le dijeron al Barça que el niño que conoce Piqué todavía no había decidido- quienes apechuguen con los 222 millones. Si son ellos, el mercado se movilizará para saber de dónde han salido