El Girona siembra dudas antes de recibir al Manchester City

Girona y Reus empataron sin goles en un partido que fue de todo menos amistoso. El cuadro gerundense no sólo tiene trabajo en ataque sino también atrás. Las mejores ocasiones en la primera mitad llegaron del bando local que estuvo mejor colocado, presionando y asfixiando al Girona. El cuadro de Machín sufrió mucho defensivamente con los tres centrales muy separados y dejando demasiados espacios. La más clara para los de Aritz López Garay llegó de las botas de Ricardo Vaz que le ganó la espalda a Alcalá y se plantó ante Gorka, pero el guardameta salvó el mano a mano demostrando que su veteranía va a ser muy necesaria en Primera. El Reus se gustó y volvió a la carga. La tuvo también Edgar con un disparo demasiado desviado aunque, de nuevo, dejó en evidencia a la defensa gerundense. Y así se marchó el partido al descanso. En la reanudación, el cuadro local siguió imponiendo un ritmo alto aunque el Girona mejoró. El árbitro anuló un gol a Marlos Moreno por fuera de juego y Stuani tuvo dos ocasiones claras que no se materializaron por el palo y por falta de puntería. Machín cambió de sistema y pasó al 4-4-2 en el tramo final pero ni así vio portería el Girona. El marcador no se movió y ya sólo queda una prueba antes de empezar el curso. El martes, puesta de largo ante la afición con un test muy exigente frente al City