El Camp Nou, más blanco que nunca
Los turistas convirtieron la grada en neutral y se cantaron los goles del Madrid
“Banderes amunt, banderes amunt”, se desgañitaba el ‘speaker’ del Camp Nou en catalán, tratando de animar al público mientras esperaban la salida al campo de los jugadores. Pero en la grada, abarrotada de turistas, no todos movieron la bandera pese a los reiterados intentos a la desesperada del ‘speaker’. Los japoneses, árabes, rusos y demás turistas que poblaban ayer las gradas del Camp Nou estaban más pendientes del móvil y de inmortalizar la salida al campo de los jugadores que de lo que se decía por una megafonía que ni entendían ni querían escuchar.
Desde hace unas temporadas, la Supercopa de España se ha convertido en un negocio para el club azulgrana. Es el único partido oficial que no entra en el abono de socio y gracias a los turistas el club ingresa unos seis o siete millones de euros, especialmente si el rival es el Real Madrid. Un caramelo económico que se puede volver en contra, ya que el aspecto del Camp Nou fue anoche el de un estadio neutral, más blanco que nunca e incluso se cantaron los goles del Real Madrid.
En la grada hubo mayoría azulgrana, cierto, pero no se recuerda un partido del Barça en casa con tantas camisetas del eterno rival, incluso en la zona de l’Espai d’Animació, vetado ayer. Los primeros “ooohs” de admiración del Camp Nou se escucharon en el minuto 4... tras un detalle de calidad de Isco. Después, los ‘turistas culés’ también corearon a Messi y Umtiti.
Ni los turistas ni nadie, por cierto, entendieron por qué el Madrid no jugó de blanco y lo hizo de un azul turquesa que se confundía con la camiseta del Barça y que volvió loco a aquellos que seguían el partido por TV . Fueron 89.514 espectadores, la peor entrada en un clásico en el Camp Nou de la última década