Plan y autocrítica

EL 1-3 PUEDE SER UN PUNTO de recuperación o de regresión para un Barça encallado en su transición. Cuesta aceptar que el Madrid le haya pasado por delante estabilizado por el sosegado ZZ y con Isco izando la bandera del futuro. Si el diagnóstico del domingo en el Camp Nou se basa en un análisis objetivo sin ocultar lo que no se ha hecho bien y sin olvidar los factores de éxito, el Barça debe apretar de nuevo los dientes para salir adelante. Nadie dijo que ser hegemónico fuera vitalicio. El grito agónico de Busi pidiendo refuerzos es desgarrador. También Piqué subrayó en su confesión que hay que buscarse la vida sin Neymar porque no hay otro como él. Gerard se equivocó, de otro lado, ocultando al club de su vida la premeditada comedia del clan para ganar tiempo y echar a correr a París con un dinero indebido. Hay que tener estómago para mirar luego a la cara a Valverde en el campo de entrenamiento de EEUU.

EN EL CLÁSICO SOLO JUGARON Aleix y Umtiti de los fichajes del pasado año. Mientras el Barça se excusaba la temporada anterior en la adaptación de gente como Gomes o Alcácer, el Madrid daba un paso adelante poniendo a Isco y Asensio y sentando a CR7. En el plano organizativo no es nada lógico poner patas arriba el organigrama a mitad del mercado. Parece que la cumbre de emergencia del Camp Nou ratificó el plan de fichajes. Bien. Eso significa que con Semedo, Deulofeu, Paulinho, Dembélé y Coutinho los técnicos tienen nombres y un plan de juego. Sea cual sea el plan hay que confiar en él y aplicarlo con valentía aunque no tenga cabida en él el mediocentro creativo. La evolución con Valverde empieza por romper tabús como Luis Enrique adoptando nuevos dibujos (4-2-3-1 o 4-4-2). También en hacer apuestas con los jóvenes, su especialidad . Si Samper necesita jugar fuera tras un año inactivo en Granada, debe tomarse la decisión sin pestañear. Lo mismo para Deulo, al que se le daña tratándole como un chico especial cuando ya es todo un profesional