El Atlético machaca a Las Palmas y apaga las dudas
Correa y Carrasco golpearon primero; dos golazos de Koke evitaron la reacción
Dos minutos. Dos minutos tardó Ángel Correa en responder al reto de Simeone: “Tiene que dar un paso adelante, asumir más responsabilidades”. El argentino gambeteó en el área pequeña, entre tres rivales, y la colocó pegada al palo. 1-0. Acto seguido, balón interior a Carrasco, que partió desde la izquierda, amago, cambio de pie ante un Simón que le cubría a dos metros de distancia, y la cruzó con la izquierda. 2-0. No habían pasado ni cinco minutos cuando el estadio de Gran Canaria se veía venir otra goleada ante los rojiblancos, como en las tres visitas anteriores.
El Atlético solventó su visita a Canarias en cinco minutos. Los que Correa y Carrasco tardaron en marcar. A partir de ahí, el cuadro colchonero vivió de la mejor forma que sabe, cercano en sus líneas buscando el zarpazo. Las Palmas no se asentó en el partido hasta más allá del minuto 20, cuando Viera se perfiló hacia el centro y la pegó con esa mala leche tan propia de hacer que el balón bote antes de llegar al portero. Envenado. Pero claro, enfrente estaba el esloveno que voló para sacarlo. Tres intentos lejanos más (Viera -28’-, Hernán -30’- y Lemos -44’-) y más quiero que puedo.
Los dos equipos comparecían en la cita sin mucho margen de error. Las Palmas, tras la derrota en Valencia. El Atlético, después del inesperado empate contra el Girona. Simeone revolucionó el once, con la presencia de Thomas por Gabi; Vrsaljko por Juanfran, con Carrasco en la izquierda y sobre todo con una línea de ataque de muchísima movilidad formada por Correa y Vietto, que se entendieron muy bien, sobre todo con espacios como contaban.
El partido creció algo en interés cuando Las Palmas marcó, merced a un gran pase de Momo que remató Calleri de cabeza, al poco
Koke marcó dos golazos, Oblak detuvo un penalti y Thomas cerró la cuenta del Atleti
de comenzar la segunda parte. Lo que parecía el inicio de la rebelión se quedó en nada cuando Koke colocó el balón, con el interior del pie, desde fuera del área en casi en la escuadra. 1-3. Era el momento de apostar por controlar el partido Aún más cuando el Cholo metió a Savic y sacó a Vrsaljko. El partido aún depararía un joya más de las botas de Koke. Carrasco se internaba, la pegaba mordida, el balón salía en parábola y el vallecano se marcaba una tijera para hacer el 1-4. Oblak se unió a la fiesta parando un postrero penalti y Thomas cerró la cuenta con un gran tiro