Llega el ritmo ‘Afro Trap’ al Camp Nou
De apariencia tímida, Dembélé es un joven con carácter y alegre, como la música de MHD que ama y baila
Dicen los allegados más cercanos a Ousmane Dembélé que su apariencia engaña. Avisan que detrás de la cara de niño propia de sus 20 años y de su escasa expresividad en las comparecencias públicas ante los medios de comunicación no hay un chico tímido y asustadizo, sino un joven con carácter que quiere comerse el mundo. En privado, con confianza, se suelta. Y en un campo de fútbol, con el balón, se transforma.
Cuando regresen los internacionales de los partidos con sus selecciones y se lo encuentren en el vestuario, quizás caigan en la trampa de la lógica prudencia del recién llegado. Pero cuando se descuiden, puede que se sorprendan bailando al ritmo del ‘Afro Trap’ de MHD, el rapero francés con orígenes en Guinea y Senegal que triunfa con su mezcla de ‘hip hop’, música electrónica y ritmos africanos. Si eso ocurre es que Dembélé ya se ha soltado y ha ocupado el puesto de DJ del vestuario.
Precisamente, Mohamed Sylla, el artista parisino que está detrás de MHD, volverá a BCN el 23-N a la Sala Apolo tras llenar la Plaza del MACBA durante el BAM de las fiestas de la Mercé en 2016. Su ‘Fais le mouv’, la canción preferida por Dembélé, ya triunfó en Barcelona. Ahora le toca a Ousmane.
Que es un joven que sabe lo que quiere lo tienen claro en Dortmund. Se declaró en rebeldía, soportando toda la presión del entorno que le señaló como el malo de la película cuando fue el Borussia quien faltó a la palabra que le dio: venderle al Barça si llegaba un buena oferta, como la que ya estaba sobre la mesa. MD rescató entonces que en el verano de 2015, antes de debutar en el primer equipo del Rennes, también se negó a entrenarse porque el primer contrato profesional no llegaba y el Red Bull Salzburg le ofrecía mucho dinero. Quiso irse, incluso con declaraciones públicas. Y más o menos se salió con la suya, pues el Rennes le hizo un contrato acorde a su proyección.
Pero buceando en su historial hay otro precedente, A los 13 años, cuando dejó ya el fútbol sala de lado y también su primer contacto con el fútbol grande en Évreux, en Normandía, se comprometió con el Le Havre para dar el salto y dejar un barrio con delincuencia como el suyo. Sin embargo, le llamaron del Stade Rennais, le gustó más el proyecto y rompió con el Le Havre.
Lógicamente, en todas sus decisiones ha consultado con su madre, Fatimata, de origen de Mauritania y Senegal, siempre a su lado, muy exigente. Y más desde la ausencia desde niño de su padre, nacido en Mali. Ella dejó Normandía para acompañarle a la Bretaña junto a su hermano y dos hermanas. Y cuando pueda guiará también sus pasos en Barcelona
Su madre, Fatimata, de origen de Mauritania y Senegal, es su mejor consejera
Toma decisiones desde niño: se fue al Rennes aunque había dado el sí al Le Havre