Robert decide
En medio del enjambre de cargos en que se ha convertido el área técnica del Barça, al menos uno ha tenido la valentía de asumir la autoría de los fichajes del último mercado. Este no es otro que Robert , el secretario técnico, quien a pesar de que en pleno periodo de negociaciones se le antepuso la figura de Pep Segura como manager general del departamento, mantuvo su autoridad de todo un año de exhaustivo seguimiento de futbolistas para decidir cuáles eran los refuerzos necesarios para apuntalar la plantilla.
Tanto en el caso de Semedo, como el de Dembélé, al que ya intentó contratar en el ejercicio anterior, llevan claramente el sello Robert, así como la necesidad de hacer efectiva la clausula de recompra de Deulofeu, vista su evolución positiva de final de curso en el Milan. La incorporación de Paulinho, como un elemento inexistente para dotar de músculo al centro del campo fue una necesidad consensuada con Valverde y hasta con la propia plantilla, que echó en falta un jugador con dichas características en los grandes partidos. Hasta las frustradas incorporaciones de Verratti, Coutinho y Di María eran peticiones expresas del secretario técnico, que a diferencia de la temporada anterior en la que tuvo mayor intervencionismo de Luis Enrique, en esta ha dispuesto de toda la autoridad. Aunque en el caso del ‘fideo’ encontró alguna discrepancia interna que le obligó a lanzar el órdago del “se está trabajando en uno o dos refuerzos más”, para forzar la llegada del ex madridista, en la que para nada tenía que ver su relación de amistad con Messi.
Robert ha decidido los nombres pero no negociaba sus fichajes, que para esa función ya estaban otros. Y a pesar de las dudas que para muchos pueda despertar la plantilla démosle tiempo y no la sentenciemos, porque en ausencia de los refuerzos deseados quizás sea el momento de que algunos jugadores den el tan esperado paso al frente