‘Semana Grande’ Nadal-Federer
Nadal y Federer inician hoy en octavos el ataque decisivo a un US Open que espera ver su primer duelo en Nueva York, en ‘semis’ y por el nº 1
Rafa Nadal prácticamente arrodillado y moviendo su brazo izquierdo como un yoyó varias veces. Celebrando enloquecido un passing de ‘drive’ cruzado que le daba el segundo set ante el argentino Leo ‘Yaca’ Mayer, a quien acabaría venciendo por 6-7 (3-7), 6-3, 6-1 y 6-4. El manacorí había sido igualmente expresivo, animándose pero también provocando los aplausos y vítores de la grada cuando logró el primer ‘break’, a la decimocuarta pelota de rotura. Llegó en el séptimo juego de la segunda manga, y el duelo dio definitivamente un giro radical favorable al español. De sufrir por nervios propios y acierto ajeno, a desatarse y empezar a pegar con agresividad y acierto la bola.
“Espero que haya sido un punto de inflexión”, señaló Nadal tras vencer a Mayer, que entró en el cuadro como ‘lucky loser’ pero que a sus 30 años subió al puesto 59 del ranking ATP gracias a su victoria este verano en Hamburgo.
Nadal festejando acciones, durante un partido sólo de tercera ronda, como si fuera una final. Federer dirigiéndose a su palco gritando y no escatimando gestos de felicidad tras un cómodo triunfo, 6-3, 6-3 y 7-5, ante un Feliciano López al que ha batido en las catorce ocasiones que se han enfrentado. Pero, subrayó el helvético, “necesitaba un partido así”, recuperar las sensaciones que no expermientó en sus citas de cinco sets con Francis Tiafoe y Youzhny.
Los vigentes campeones de Roland Garros, Australia y Wimbledon están que explotan de tanta tensión. Con 31 y 36 años, y sendos palmarés de leyenda, podrían vivir tranquilos siguiendo el US Open desde el sillón de casa. Pero no ha menguado su capacidad de mejora y una ambición sin límites, reforzadas después de los complicados momentos vividos.
Y se han plantado en Flushing Meadows nerviosos como unos juveniles, con los que comparten ilusión. Expectativas altas, presión sobre los hombros. Nadal quiere un tercer US Open, tras los de 2010 y 2013; Federer suspira por reabrir aquella racha triunfal de cinco coronas entre 2004 y 2008. El balear detenta el nº 1 mundial, que le discute el de Basilea.
El US Open y el público local no disimulan el deseo de ver la que sería una primera confrontación Nadal-Federer en Nueva York, en semifinales y con el nº 1 directamente en disputa. Uno y otro prefieren olvidarse de ello, porque supone más peso que acarrear. Nadal mira a Alexandr Dolgopolov, un talento peligroso. Federer, a Kolshcreiber sabiendo que en cuartos le esperará Thiem o Del Potro. Sólo aún en octavos, pero en la ‘Semana Grande’ del evento, Rafa y Roger quieren, sobre todo, alcanzar de nuevo su mejor tenis. Su mejor baza
Rafa Nadal
“Espero que el partido con Mayer haya sido un punto de inflexión. No estoy del todo satisfecho, pero he ido a más”
“A nadie le gusta jugar contra Dol o olov “Tengo que apuntalar la confianza en mi ‘drive’, y moverme más rápido aún para que produzca sensación de rodillo”