Del empujón al agarrón
Comparar el contacto arbitral de Messi y de Cristiano tiene una intención de fondo
El miércoles en Deportes Cuatro hacían la comparativa entre el empujón que le dio Cristiano al árbitro y le valió cuatro partidos de sanción, con el gesto de Messi de poner la mano encima del hombro del colegiado para pedir tarjeta para un rival. Afirmaban que “hay gente que dice” que las reacciones eran equiparables, pero tenían sanciones muy distintas. Después de comparar las imágenes, los presentadores, Carreño y Castaño, coincidían en asegurar que “no tienen nada que ver, eh… vamos, por favor”. Lo que en Cuatro parecía obvio, en LaSexta no tanto. La comparativa estaba fundamentada y era una injusticia hacia Cristiano y aseguraban que “el agarrón de Messi le salió gratis”. Pedrerol ponía el énfasis no sólo en el gesto de Messi sino también en la actitud de Suárez menospreciando al árbitro. Con lo cual se daba a entender que el Barça se iba siempre de rositas. En este planteamiento insistieron también el jueves: dos días seguidos comparando el empujón de Cristiano con la mano en el hombro de Messi. En El Golazo de Gol, lo mismo. En el programa de Lama y Gallego hasta buscaron una jugada de Messi en el 2009 para demostrar que la actitud del argentino es la misma que la de Cristiano y, más allá de la comparativa visual entre el empujón y lo que llaman “el agarrón”, hicieron un vídeo que titulaban “Tan iguales, tan diferentes” donde aseguraban que tanto monta, monta tanto, Messi como Cristiano. Eso sí, a la hora de sancionarlos se remarcaba que el trato era distinto.
Al final, no se trata de valorar la distinta intensidad de los gestos ni tampoco el nivel de menosprecio. De lo que se trata es de poder hacer un vídeo intercalando las imágenes de uno y de otro, ralentizarlas y repetirlas en bucle. A base de insistir, la equiparación queda hecha por simple reiteración visual y el deseo de generar debate y conflicto. Porque al final, lo que cala, no es una aplicación del reglamento arbitral. Es el relato victimista interesado de que los árbitros perjudican al Madrid, campaña a la que Florentino ha dado el pistoletazo de salida nada más empezar la temporada para generar presión