Son todos los que están
No hay que obsesionarse en que Dembélé vuelva en el plazo previsto sino en que vuelva al cien por cien. Mientras tanto, hay alternativas
Apenas mes y medio después de que Neymar firmase por el PSG y tres semanas más tarde de que se hiciera oficial el fichaje de Dembélé por 105 millones más 40 en variables, el Barça vuelve a estar como estaba antes de la espantada del brasileño. Una lesión cruel ha dejado fuera de combate al delantero francés. No volverá hasta 2018 y, la verdad sea dicha, lo importante no es que reaparezca en el plazo previsto en el parte médico que habla de cuatro meses. Lo esencial es que vuelva bien, al cien por cien, ya sea en enero, en febrero o cuando la recuperación sea absoluta.
Para entonces, pasados ya tres meses desde la operación de hoy en Finlandia, cuando ya se conozca cómo evoluciona Ousmane, el Barça tendrá abierta una ventana de mercado para encontrar lo que necesite comprar para elevar el nivel de la plantilla y dotar al entrenador de más argumentos para alcanzar los objetivos del equipo. y en enero puede llegar un central (Yerry Mina podría anticipar su incorporación), un pelotero en la zona ancha (que no será Seri y dependerá de si salen André, Arda o los dos) e incluso, según como camine Dembélé, un delantero más (ayer distintos medios apuntaban interés por Mané, goleador compañero de Coutinho en el Liverpool).
Esto dependerá de la repuesta de Dembélé al tratamiento pero, precisamente por eso, hay que quitarle toda la presión al futbolista. Bastante ha aguantado ya este verano con el desgaste físico y psicológico que ha soportado durante las muy tensas negociaciones Barça-Dortmund. Un estrés agobiante que, como el césped alto y seco de Getafe, puede que haya tenido su influencia en la lesión. Hay que dejarle tranquilo.
En cuanto a Valverde, sabiendo que no están todos los que son pero son todos los que están, el entrenador no perderá ni un segundo relamiéndose la herida de Dembélé. Quejarse no soluciona nada. Este contratiempo, si se lamenta constantemente, si se utiliza como excusa, agudizará el perjuicio. Sus alternativas tienen que sentir la confianza del entrenador y de los seguidores.
Están aquí porque los técnicos dan por hecho que tienen el nivel exigible para ser titulares del Barcelona. Y hay alternativas varias. Deulofeu, obvio, es la más evidente pero el míster tendrá preparadas otras opciones. Eso sí, dadas las circunstancias, puede que Valverde tenga que cambiar el dibujo, pero la filosofía seguirá siendo innegociable