Mathieu visitó el vestuario culé
Jérémy Mathieu saludó a sus ex compañeros del Barça en dos ocasiones. La primera, durante la sesión de entrenamiento del Barça previa al partido de Champions League del día siguiente. La segunda, a la conclusión del partido, ya dentro del vestuario azulgrana. Fue con los únicos que dialogó. Ni con el presidente Josep Maria Bartomeu ni con el secretario técnico Robert Fernández intercambió palabra alguna después de señalarles por cómo se fue del Camp Nou.
Un testigo presencial ha explicado que todo se desarrolló con normalidad, que no apreció nada excepcional en los saludos. Tampoco con Mascherano o Piqué, a los que citó en esas entrevistas. Mathieu ha reconocido a su círculo íntimo que quizá no debió dar nombres porque sus comentarios se referían a un fallo defensivo generalizado y no a los dos jugadores de la misma línea. Un día después del choque, no tenía la sensación de que nadie se hubiera molestado.
Algún jugador, incluso, bromeó sobre el buen partido realizado y la forma de cubrir a Messi, a quien barrió el balón en un par de ocasiones. Mathieu salió hipermotivado al partido. Después de sus polémicas declaraciones, entendía, no podía fallar, debía demostrar qué aún podía haber dado rendimiento al Barça.
A la conclusión del partido, Mathieu no atendió a los medios de comunicación. Aunque no le había ido mal desfogarse, el club le aconsejó que no hablara más sobre este asunto intuyendo que le iban a insistir en las mismas preguntas