Miguel Indurain, de ruta ciclista por Barcelona
A sus 53 años, Miguel Indurain se mantiene en plena forma. Sigue practicando ciclismo de forma regular, “aunque sólo seis meses al año, cuando hace frío no salgo en bici”, explicaba ayer en Barcelona. El navarro será hoy de nuevo una de las grandes atracciones del Barcelona Triathlon by Santander, en el que participará en la modalidad de relevos. Ayer para activar la musculatura realizó una salida acompañado de periodistas por Barcelona, y tanto en el Tibidabo como en el Forat del Vent demostró que mantiene unas piernas privilegiadas.
Indurain, que es ahora imagen del Banco de Santander, volverá a participar en el triatlón por relevos y hará el segmento de bici, pero no se anima a probar con la natación ni con la carrera. Lo suyo sigue siendo el ciclismo, del que habla con conocimiento de causa. Augura que “Froome puede ganar su quinto Tour, es superior a los rivales en la crono y les aguanta bien en la montaña”, aunque confía en Mikel Landa como posible alternativa: “Le veo capaz de discutirle el Tour a Froome ahora que ha fichado por Movistar y será jefe de filas, aunque habrá que ver si va al Tour, porque están también Nairo y Valverde”. Entre los candidatos a acabar con el reinado del británico, Indurain citó a Bardet y a Dumoulin.
El ex ciclista navarro lamenta el adiós de Alberto Contador, pero confía en el futuro de corredores prometedores como Marc Soler, Enric Mas, David de la Cruz o Iván Cortina, por lo que considera que el futuro del ciclismo español está garantizado, aunque no les quiere poner presión: “Cada uno tiene su progresión, yo por ejemplo exploté muy tarde”.
El navarro disfrutó ayer paseando su clase por las carreteras de Collserola, en Barcelona, ante la incredulidad de los ciclistas con los que se iba cruzando, entre ellos el motorista Aleix Espargaró, que había salido junto a Ibon Zugasti. Disfruta en Catalunya, pero admite que “no me gusta lo que veo en la calle, porque yo nunca fui de follones. Los que mandan están para arreglar las cosas”