El Barca devisitante
Es evidente que vivimos días complicados por una situación política extraordinariamente tensa. Hasta ahora, parecía más un asunto exclusivamente local y catalán pero me da la impresión de que la preocupación ha llegado ya definitivamente a toda España. En ese caldo de cultivo es muy fácil que todos los ámbitos de la vida social se vean afectados, también el fútbol, que además siempre ha arrastrado tantas pasiones. En este contexto enrarecido y de ánimos tan encendidos, y centrándome exclusivamente de lo mío que es el balón, me preocupa cómo puede afectarle todo eso al Barça, especialmente en sus partidos fuera del Camp Nou en lo que resta de Liga.
Yo que ya soy algo mayor, recuerdo que en mi época de futbolista siempre tuve la sensación que cuando el Barça jugaba fuera, pues eso, jugaba fuera de verdad. Oía de todo en cada campo. En las últimas décadas el fútbol se globalizó, dejó de ser una pasión más localista para pasar a ser más internacional y las fobias se disiparon. La prueba es que, hoy en día, lo normal es ver un montón de aficionados del Barça o del Real Madrid en cualquier estadio de la Liga o incluso de Europa. Últimamente incluso hemos asistido a Clásicos con aficionados con la camiseta blanca en la grada del Camp Nou o hinchas azulgrana en las tribunas del Bernabéu. Mi inquietud es que a partir de ahora, con todo esto, volvamos hacia atrás. La incógnita está ahí. ¿Cómo se recibirá al Barça? El primer test lo tendremos en el Metropolitano con el partido ante el Atlético, aunque ahí puede influir también la rivalidad entre dos equipos grandes que pelean por los mismos objetivos. Quizás hayamos de esperar un tiempo necesario para medir mejor si todo el clima complicará mucho más las salidas del Barça en la Liga. De verdad, espero y deseo que nada se salga de madre, que no volvamos para atrás muchos años, pero mi duda está ahí.
Una cosa es el fútbol y otra la política. Todo el mundo dice que no hay que mezclarlos, pero lo
mezclan. Lo hemos visto estos días con Piqué en la selección, preguntándose en cada rueda de prensa de todo menos de fútbol y con campañas de todo tipo. Ya lo comenté en mi artículo del pasado martes en Mundo Deportivo: siempre hemos oído quejas de que los futbolistas sólo hablan de tópicos, pero a la vez seguimos constatando que cuando hay alguien que dice lo que piensa y eso no gusta le llueven las críticas. Cada uno es libre de pensar lo que quiera. Pero en el fútbol parece que eso moleste.
La cuestión es que, desde siempre y eso es casi decir una verdad de perogrullo, jugar fuera de casa siempre ha sido menos amable que jugar en tu propio estadio, con el apoyo de tus aficionados. Cualquiera que sea visitante viene a por los puntos y eso hace que la grada pueda tomarla con el rival de turno. Hasta
Ya que se dice “no mezclemos fútbol y política” espero que no se haga con el Barça fuera
ahí, todo normal, porque entra dentro de la tradición más futbolera. Lo que ya no desearía es que la hostilidad vaya más allá de eso. Así que, volviendo a lo de antes, ya que se dice que “no hay que mezclar fútbol y política”, espero que esa máxima se tenga en cuenta cada vez que el Barça tenga que disputar sus partidos a domicilio.
También espero, sobre todo de aquellos que ostentan algún tipo de responsabilidad en el fútbol, que no vayan a apagar los fuegos con gasolina en vez de hacerlo con agua. Será lo mejor para la salud del fútbol y diría también que de la sociedad