Messi, un ejemplo
FUE UN BUEN PARTIDO, con muchas fases distintas y dos equipos manteniendo su modelo. La primera mitad, salvo el inicio, fue rojiblanca y la segunda, muy blaugrana. El golazo de
Saúl marcó el encuentro. Los de Simeone saben jugar mucho mejor con el marcador a favor y los minutos posteriores al gol fueron una pesadilla para el Barça, pero en la segunda mitad,
Messi y sus compañeros merecieron darle la vuelta al marcador. No lo lograron. El empate final supo a poco para el Barça.
Amor, que debutaba en su nuevo cargo, lo definió a la perfección: “Tengo la sensación de que nos hemos dejado algo”. Para los rojiblancos, el punto fue bueno tras los últimos minutos del Barça, pero lo veían ganado al descanso.
LA ESTADÍSTICA DE DISPAROS a puerta fue clara: el Barça disparó en 14 ocasiones y 8 entre los tres palos. El Atlético, 5, de ellas, 3 a portería. Los blaugrana tuvieron muchas más ocasiones. Messi dispuso de hasta cuatro y Suárez, tres. El reparto de las ocasiones por mitades fue también explícito: el Atlético tuvo tres en la primera parte (con tres tiros a puerta) y el Barça, cuatro (con solo un disparo entre los tres palos) En la segunda, la proporción de los colchoneros fue 2-1 y la del Barça, 10-7. Los números favorecieron al Barça en ocasiones de gol, pero el partido acabó en empate.
MESSI VOLVIÓ A SER UN EJEMPLO de número uno. Venía de jugar dos partidos cruciales para Argentina y dio la cara en el Wanda Metropolitano demostrando lo mejor de su innato talento. Griezmann fue también un mal sueño para los defensores blaugrana en la primera parte, especialmente para Piqué en alguna acción. Umtiti fue uno de los jugadores más destacados junto a Leo. André
Gomes mejoró como el equipo tras el descanso y la entrada de Deulofeu (tres puntas) dotó de más presión ofensiva a un bloque que aún no conoce la derrota en esta Liga. El Atlético demostró ayer que es muy fuerte en su estadio