Tres locales con Norick Abe en el recuerdo
Los aficionados japoneses a MotoGP han pasado de no tener ningún representante nacional en el pasado Gran Premio de Aragón a contar con tres en la parrilla de MotoGP de la cita de casa. Katsuyuki Nakasuga, probador de Yamaha, participa con una ‘wild card’, Hiroshi Aoyama lo hace como sustituto del lesionado Jack Miller, y Kohta Nozane tomando el lugar del ausente Jonas Folger, conformando un trío que, sin demasiadas opciones de luchar por los primeros puestos harán vibrar a los nipones que se den cita en el circuito de Motegi.
En el recuerdo está el añorado Norick Abe, de cuyo trágico fallecimiento (fue embestido por un camión mientras circulaba en moto por la ciudad de Kawasaki) se cumplieron 10 años hace apenas una semana. El nipón de la carismática melena y perenne sonrisa disputó el GP de Japón de 1994 con una ‘wild card’ e hizo soñar a los asistentes a Suzuka con un triunfo al que optó hasta tres vueltas del final, cuando se fue al suelo. Tuvo que esperar un par de años para que en 1996 subiese a lo más alto del podio de dicho circuito para hacer enloquecer a una grada totalmente entregada a su nuevo ídolo.
Que Nakasuga, Aoyama o Nozane imiten a Abe en dicha proeza se antoja a día de hoy como una utopía, pero su presencia en este GP de Japón sí que es una gran noticia para un país con gran pasión por el motor a pesar de no contar con representantes luchando por los títulos.
El próximo curso, Takaaki Nakagami, hoy poleman de la carrera de Moto2, estará en la parrilla de MotoGP con una Honda del equipo LCR, una estructura que aunque no para luchar por el título quizá sí le alcance como para estar en disposición de luchar en alguna ocasión por colarse en el podio. El carismático Norick Abe es irrepetible, pero Japón necesita un nuevo referente en la máxima categoría del motociclismo mundial