GABRIEL JESÚS Una apuesta ganadora para el City
El fútbol vive una época de inflación económica preocupante. Cada vez más jugadores tienen precios más elevados, lo que comporta que menos equipos puedan competir ya que, futbolistas con un cartel medio, se van fácilmente a unos 30 millones de euros, lo que hace que si no juegas en la Premier League sea poco realista marcarse según objetivos.
El Manchester City, uno de los equipos que más ha gastado, tuvo el acierto de fichar a Gabriel Jesus por un precio hoy en día razonable cuando más de un equipo luchaba por hacerse con el punta brasileño. 32 fueron los millones que los ‘citizen’ se dejaron en un futbolista de 19 años que estaba revolucionando Brasil, tomando el relevo de Neymar en la liga de dicho país aunque salvando las distancias. Llegó para tratar de luchar un puesto con el Kun Agüero y, lejos de desfallecer por el cartel de su competidor, se creció, marcó y a las pocas jornadas era titular. Todo ello se frustró con una lesión que lo apartó casi toda la segunda vuelta.
Gabriel Jesus, ya recuperado, demostró esta semana con Brasil y con el Manchester City que si nada se tuerce tiene un futuro esperanzador. No logró anotar para Tite, para el que es el delantero titular sin ningún tipo de duda, pero dejó innumerables jugadas para la galería. La fortuna que le faltó en los compromisos internacionales la recuperó con su vuelta a Inglaterra. Con sus dos goles en la paliza de los de Guardiola sobre el Stoke (7-2), permitió que el equipo sea líder en solitario gracias al tropiezo del United de Mou. Abrió el marcador e hizo el cuarto y, una vez más, vuelve a darle la razón a Pep de haber apostado por él en muchas ocasiones antes que por el ‘Kun’.
El ex del Palmeiras es un auténtico dolor de cabeza para todas las defensas. Tiene lo que cualquier punta quiere, oportunismo. Esa capacidad prácticamente intangible de aparecer por donde no se le espera y decidir un encuentro. Y, además, tiene calidad para jugar lejos del área, lee los espacios a la espalda, y es un gran rematador de centros laterales. Un jugador fichado en su día por 32 millones y que muchos ahora ficharían por más de 50