“EL LEGADO DE MI PADRE ES LA CONFIANZA EN LA MASIA”
Este verano decidió dejar el Barça después de diez años en el fútbol formativo y otros cuatro en la FCB Escola. No contó para Gerard López y en su primera temporada en el Barça B tan solo disputó unos minutos en un partido de Liga. Ahora quiere demostrar su potencial en el Hércules de Alicante, donde ha empezado su primera aventura lejos de su casa. Adrià Vilanova (Barcelona, 11 de febrero de 1997) nos recibe en el Rico Pérez, donde concede a MD su primera entrevista como profesional.
¿Cómo le va en Alicante?
Me costó entrar en la dinámica porque no llegué al 100 por cien. No había disputado ningún partido en la pretemporada y eso se nota. Ahora ya estoy muy bien y preparado para cuando el técnico me precise.
Debutó hace diez días con muy buen pie: gol y victoria.
Acabé muy contento. Por mí, pero sobre todo por el equipo, porque necesitábamos ganar en casa. Encima marqué. Podríamos decir que fue un debut soñado.
Pero las cosas no han empezado bien y cambiaron el entrenador. Ahora tienen a Claudio Barragán.
Tiene las ideas claras y se basa en la intensidad. Quiere que seamos valientes. Nos aprieta y eso me gusta. El objetivo es hacer playoff y subir a Segunda A. Aunque no hemos empezado bien estamos a 4 puntos de la zona de ascenso. A la que ganemos tres partidos, estaremos allí arriba.
¿Y su reto personal?
Jugar partidos y recuperar la confianza que perdí la temporada pasada donde no jugué ningún partido de titular. Quiero volver a disfrutar del fútbol, que es lo que más me gusta.
En el Barça no tuvo un buen final.
Del Barcelona me he desvinculado definitivamente, rescindí el año de contrato que me quedaba. Me sorprendió que el entrenador nos apartará del grupo esta pretemporada. A pesar de que no contábamos para él, al final la mayoría éramos jugadores de la casa y merecíamos un mínimo de respeto. No me gustó demasiado, pero lo acepté y busqué una solución, lo mejor para mí. Y vine al Hércules.
¿Le quedó la espina clavada de poder asentarse en el filial del Barcelona?
Sí, porque yo entrenaba cada día al máximo y los compañeros me veían para jugar, pero el técnico no me dio la oportunidad que creo que me merecía para poder demostrarle que podía estar en el Barça B. Con las lesiones y los jugadores que subían al primer equipo, esperaba mi opción. La temporada pasada lo pasé mal.
¿Le pesa el apellido Vilanova?
Antes sí. Al principio la gente decía que estaba en el Barça por quién era mi padre. Se fue un poco injusto, aunque después demostré que estaba allí por mis condiciones y mi calidad.
¿Con qué se queda del Barcelona?
Con la gente y con las alegrías. Compañeros, entrenadores, personal del club y de La Masia. Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos por todo lo que han hecho por mí como jugador y persona. Es el club de mi vida y siempre lo será.
Hablemos de su padre. ¿Qué le dejó Tito Vilanova al Barça?
El legado de mi padre es la confianza en La Masia. Era la base principal de su proyecto, el pilar de la idea que él tenía para su Barça. Fue el primero en alinear un equipo formado por once canteranos. Fue su gran éxito además de una Liga récord de cien puntos que quedara para la historia.
Igual que quedará para siempre su nombre en el Campo 1 de la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
Para mi familia fue un gesto muy bonito por parte del club. Estamos muy contentos que el campo de entrenamiento del primer equipo lleve el nombre de Tito Vilanova. Que todos los que se ejerciten allí a partir de ahora sepan quién era.
Cuando murió su padre, usted jugaba en el juvenil del Barça. ¿Hizo más difícil llevar la situación?
Perder un padre siempre es una situación complicada. Y más cuando yo estaba en el club. Pero al final fue el fútbol, justamente su gran pasión, el que servía para evadirme, para no pensar en ello y tirar hacia adelante.
Era su gran referente. En la vida y en el fútbol.
Lo tengo muy presente, especialmente sus muchos consejos. Me decía que me esforzara día a día porque al final no sabes cuándo se va a acabar esto. Hay que valorar siempre dónde estás. Lo hice en el Barça y ahora en el Hércules.
En Alicante, además, se está sacando el carnet de entrenador para seguir sus pasos.
Sí, me gustaría ser técnico cuando acabe mi carrera como futbolista. Si puede ser en el Barça, mejor. Primero empezar con los niños, en el fútbol base, y luego hacia arriba. Siempre con la filosofía de mi padre, apostando por la cantera y la gente de casa
Además de la Liga récord de los cien puntos, el gran éxito fue alinear once jugadores de la casa” Ponerle Tito Vilanova al campo 1 de la Ciutat Esportiva fue un gesto muy bonito por parte del club”