Brotes verdes en el filial blanco
Los mirlos encadenan su segundo triunfo en cuatro días y remontan posiciones en la tabla clasificatoria
Castilla, 3
Belman (2); Álex (2) (Dani Gómez, 3, min. 46), Manu (2), Javi Sánchez (2), Tejero (2); Jaume (3); Feuillassier (3), Seoane (3), Quezada (3); Óscar (2) (Mancebo, 2, min. 77), Cristo (2) (Fidalgo, 3, min. 68).
Rápido Bouzas, 0
Brais (2); Adrián (2), Cris (2), Trigueros (2), Ruxi (1); Óscar (2); Isma (2), Caba (2) (Deivid, 2, min. 75), Diz (2) (Yago, 3, min. 58); Carlitos (2) (David, 1, min. 62), Anderson (2).
Gol: 1-0, Javi Sánchez (min. 50), de penalti. 2-0, Fidalgo (mi8n. 74). 3-0, Seoane (min. 79).
Incidencias: Alfredo Di Stefano, ante 815 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Manolo Sanchís (padre), ex-jugador del equipo merengue. Árbitro: Collado López (2). Amonestó a Álex; Carlitos, Trigueros, Ruxi (2, min. 72). Roja directa a David (min. 81).
Cuatro días han bastado al filial blanco para recuperar la confianza perdida de un tiempo a esta parte. Dos victorias balsámicas que conceden aire a Solari y alejan a los mirlos de la zona baja de la tabla. El Rápido de Bouzas fue un rival más que digno pese a lo abultado del marcador, pero se desmoronó como un castillo de naipes tras el primer tanto castillista. Tras una primera parte bastante anodina, en la segunda, los merengues fueron muy superiores acabando con la resistencia boucense. Un penalti nada más comenzar la segunda parte fue suficiente para desarbolar al equipo gallego, que acabó desquiciado y con nueve hombres tras las expulsiones de Ruxi y David. En una falta lateral a favor de los madridistas llegó la acción que marcó el encuentro. Manu y Ruxi cayeron en el área y el árbitro del encuentro, sin dudarlo, señaló el punto de penalti, desde donde Javi Sánchez abría la lata gallega. Con los aurinegros volcados, en una contra, Ruxi veía la segunda amarilla al frenar en falta el avance de Feuillassier, y por si fuera poco a renglón seguido Fidalgo hacía el 2-0 de cabeza. Seoane redondearía la cuenta de los mirlos