La Roja se pone morada en el marcador
La polémica por la nueva camiseta no existió en la grada donde sólo se vio claro el rojo y el amarillo
Ni azul ni morado, directamente no se ve lo que acompaña al rojo y al amarillo de la nueva camiseta de la selección que tanta polémica ha generado. En los planos de la televisión, en las fotos sí se podrá debatir sobre si es azul o morado, pero desde las gradas no se percibe nada de eso. Se ve una línea de un color más oscuro, tirando a azul que apenas destaca entre el rojo dominante y la línea amarilla. Eso sí se ve muy claramente desde cualquier rincón del campo, en este caso La Rosaleda, por muy alto que estés situado.
La nueva y polémica equipación pasaba en Málaga su prueba de fuego con el morbo de si era morado o azul. Un debate que desde el primer momento en el campo quedó en nada. El único sitio donde la Roja se puso morada fue en el marcador. Además, a los aficionados que estaban en las gradas de una abarrotada Rosaleda, eso de los colores poco les importaba. Lo único que querían era aplaudir, especialmente a Isco, el gran protagonista de la noche, y en el caso de algunos, bastantes, pitar a Piqué. Un hecho que por desgracia ya es una costumbre cada vez que juega el azulgrana con la selección en España. Por suerte, en Málaga se escucharon también muchos aplausos y ovaciones para Piqué que, como siempre, se aisló por completo y lo dio todo en el campo. Aunque una muestra de que este asunto de los pitos al azulgrana está –si no lo estaba ya– en una fase de locura incomprensible es que en un momento del juego, algunos pitaron a Sergio Ramos pensando que era Piqué. Lo dicho, de locos.
División de opiniones con el central azulgrana que no existieron con Isco. Todo lo que hizo el malagueño que fue mucho y muy bueno, era aplaudido a rabiar. Y hasta algún fallo también fue ovacionado por una afición rendida por completo al jugador del Real Madrid que desde que pisó Málaga ha sido profeta en su tierra. En la grada estaban esperando que sonara su nombre por megafonía a la hora de dar las alineaciones para levantarse y aplaudirle a rabiar, para corear su nombre. Toda la grada a la vez, como minutos antes cantaron el que ‘Viva España’ de Manolo Escobar que, visto lo visto, es el himno oficioso de la selección.
Isco se llevó la primera y gran ovación de la noche malagueña. La segunda fue para Chiquito de la Calzada, fallecido en la madrugada del sábado, y que recibió el cariño de sus paisanos con una ovación cerrada antes de guardar un minuto de silencio en su memoria y en la de los ex internacionales fallecidos Manuel Sanchís y Rivilla.
Fue el momento más emotivo de una noche especial que seguro que no olvidará Isco, pero tampoco Kepa, el meta del Athletic Club. Lopetegui le hizo debutar sacándolo en el equipo titular. El vasco es uno de los porteros de moda del fútbol español y está sonando para el Real Madrid. El seleccionador le puso aún más en el escaparate poniéndolo de inicio en un encuentro que seguro será inolvidable para el del Athletic y que tuvo como espectadora a una tenista de lujo: Garbiñe Muguruza. La ex número uno del mundo, de vacaciones en Andalucía, no quiso perderse el partido en el que España se puso morada, pero en el campo
IIsco, protagonista ante sus paisanos que se acordaron también de Chiquito