Batacazo de la Juve antes de recibir al Barça
La Samp sacó los colores a los de Allegri, que reservó a Buffon y una hora a Dybala y ve al Nápoles irse con +4
Al día menos de descanso en comparación con el Barça al fijarse para el domingo su duelo ante la Sampdoria se unió un batacazo inesperado (3-2) para la Juventus, descolgada ahora en la Serie A a cuatro puntos del líder, el bravo Nápoles de Maurizio Sarri. Ni la reacción final de los ‘bianconeri’, con los goles de Higuaín y Paulo Dybala en el tiempo añadido, salvó una pésima imagen en Génova. Es la segunda derrota liguera de la Juve, que cayó además al tercer lugar con el Inter dos puntos arriba tras vencer anoche al Atalanta (2-0) en San Siro.
El mensaje que envió Massimiliano Allegri con una alineación sin Gianluigi Buffon ni Paulo Dybala provocó una cierta relajación en la ‘vecchia signora’ y sirvió de acicate para la Samp para convertir el Luigi Ferraris en una fiesta como en los viejos tiempos tras imponer su mayor ambición en una segunda mitad que dejó al descubierto la falta de consistencia de la Juve. Sin continuidad en su fútbol, el equipo de Allegri lo fio casi todo al olfato de Higuaín y el talento de Bernardeschi, encargado de suplir a Dybala en las
labores de creación. Pero solo hubo chispazos. Fue el ‘Pipita’ quien dispuso de la única ocasión visitante en la primera media hora con un disparo a los 10 minutos. La Samp, bien ordenada atrás, se vio privado de la clarividencia de Praet al retirarse lesionado pero mantuvo el tipo cuando la Juve subió las revoluciones del partido en el último cuarto de hora del primer acto. De las botas de Higuaín nació un pase de lujo aunque Cuadrado se durmió en los laureles y acabó enviando el balón casi al córner para desespero de Allegri en el banquillo antes de que otra gran combinación entre Bernardeschi e Higuaín no encontrara sus frutos.
El panorama cambió tras el intervalo con la Samp pisando más campo ajeno y la Juve confiando en que el primer gol llegaría como fruta madura. Y así, en una jugada embarullada tras un mal despeje defensivo de Bernardeschi, Zapata ganó en el salto a Lichtsteiner y batió con un cabezazo bombeado a Szczesny. Era el minuto 52. Mucho por delante todavía pero Allegri tardó en dar 11 más en dar entrada a Dybala. El argentino se conectó al partido pero la Juve perdonó y lo pagó caro. Primero en un balón que pasó por Huguaín, Mandzukic y Dybala hasta estrellarse en Matías Silvestre y luego en una contra mal definida por el ‘Pipita’ al ceder mal el cuero a Cuadrado. Y en esas llegó el derechazo de Lucas Torreira, que dejó muda a la Juve. Cuadrado salió incluso andando del campo al sustituirle Douglas Costa. Desconcertada, la zaga turinesa encajó el 3-0 en el área chica, obra de Ferrari a pase de un inmenso Quagliarella. Solo entonces tiró de carácter el campeón italiano, que apenas maquilló la tarde sobre la campana con el penalti de Higuaín y el 3-2 de Dybala a pase de Douglas Costa