Mascherano solo piensa en el Clásico
El tópico de que las lesiones nunca son oportunas se ha cumplido a rajatabla con Javier Mascherano. El central, que sufrió una rotura fibrilar en el bíceps femoral de su pierna derecha en el último amistoso con Argentina, quedó completamente hundido tras saber que estará de baja durante un mes. Pese a la fortaleza mental que siempre ha transmitido, los primeros días fueron muy duros para el argentino. En primer lugar, porque la lesión se la produjo en un amistoso contra Nigeria en Rusia. Para Mascherano, como para cualquier argentino, defender los colores de su selección siempre es un orgullo, pero le dio mucho coraje lastimarse en un encuentro en el que la albiceleste ya no se jugaba nada, con el pase ya para Rusia en el bolsillo. Y más cuando veía que, tras haber contado poco para Valverde esta temporada -ha participado solo en la mitad de los partidos de Liga-, ahora podía tener más minutos por el carrusel de partidos que se avecinan y con la Copa de por medio.
De hecho, con esos pocos minutos jugados y los continuos rumores de que el Barça fichará a dos centrales para el próximo verano, Mascherano tiene asumido que éste será su último año en el Barça, a pesar de que tiene contrato hasta junio de 2019. A sus 33 años, tras siete temporadas vistiendo de azulgrana y compitiendo al máximo nivel, el ‘Jefecito’ cree que será el momento de dar el paso al costado y buscar otro destino en el que, sin tanta exigencia, se siga sintiendo importante.
Antes, eso sí, Mascherano tiene claro que mientras esté en el Barça lo dará todo, como siempre lo ha hecho, para ayudar al equipo. De ahí que, superado el mazazo inicial, por su cabeza no pase otra cosa que no sea llegar a tiempo para el Clásico del Bernabéu del próximo 23 de diciembre
Javier, que asume que será su último año en el Barça, quedó hundido por la lesión