Mikel II de Europa y VI de Anoeta
El eibartarra se ha convertido en el rey de una Real Sociedad lanzada en la Europa League y la dinámica que lleva es estratosférica: Ha anotado 8 goles en 13 partidos disputados
El empate se daba por bueno porque daba la clasificación para los cruces, aunque complicaba la primera plaza. Hasta que apareció él para imponer la jerarquía y plasmarla en el resultado. Mikel Oyarzabal es el realista del momento, el delantero imparable e inspirado al que nadie puede frenar. Combinó con Jon Bautista para enarbolar la bandera de la ambición y, entre ambos, cocinaron un tanto de continuidad en Europa. El regate anterior al golpeo con el exterior del eibartarra al marcar delata mucha calidad y sangre fría en el área, donde a otros muchos se les hace de noche.
Oyarzabal está siendo el realista de la temporada, su factor diferencial, y está consiguiendo trasladar esa efectividad a Europa. Son ya ocho los goles que suma el canterano entre los seis que ha rubricado en Liga y los dos que ya campean en su casillero en la segunda competición continental. Es una cosecha impensable teniendo en cuenta que su aportación goleadora de la campaña pasada se limitó a cuatro dianas, la mitad, dos en Liga y dos en Copa.
También reparte asistencias
Su racha comienza a ser descomunal. Ha marcado cinco goles y ha repartido dos asistencias en los últimos siete encuentros de Liga y se ha apuntado el primer tanto del partido en las dos victorias a domicilio de la Europa League, en Vardar con el gol que abría la goleada (0-6), el difícil, y contra el Rosenborg con el tanto de la victoria en el 89’. Su racha liguera comenzó con su tanto al Valencia de tiro cruzado y continuó con su gol al Betis y su ‘txitxarro’ que rompía la resistencia del Alavés en el minuto 80. Se quedó a cero ante el Espanyol, pero volvió a anotar contra el Getafe y ante el Eibar, antes de darle la asistencia a Willian José en Girona. Sólo se quedó sin marcar en Lleida en Copa, donde fue sustituido, ante el Vardar en casa y frente a Espanyol y Girona en Liga. Ha anotado ocho goles en 13 partidos oficiales.
Ya no es sólo el trabajo que realiza, que le llevó a acabar con calambres en Noruega, sino que es quien está poniendo las gotas de calidad para decidir los partidos. Y es un capitán de sólo 20 años con mucho margen de progreso. En el encuentro contra el Rosenborg, demostró tener un mejor ‘feeling’ en el campo con sus compañeros de generación –Odriozola, Bautista, Zubeldia-, que con sus colegas más veteranos.
El mes que viene, Carlos Vela pondrá rumbo a Estados Unidos, pero en Anoeta se quedan tranquilos por las primeras pinceladas de Adnan Januzaj y por el talento por arrobas de Mikel Oyarzabal.
Acabó con calambres el partido
Mientras sus compañeros se abrazaban y comenzaban a dirigirse a la zona donde se encontraban los seguidores realistas, Mikel Oyarzabal se tiró al suelo nada más terminar el partido y comenzó a tocarse los gemelos. Era tal el esfuerzo realizado que sentía calambres en las piernas y tuvo que ser auxiliado por alguno de sus colegas para realizar los estiramientos necesarios para que pasara el dolor y pudiera acceder a los vestuarios. Asier Illarramendi sonreía de forma pícara al acudir al rescate del joven eibartarra.
A pesar de todo, fue adonde la afición, agradeció su apoyo con aplausos y arrojó su camiseta con el número ‘18’. Es evidente que el canterano terminó exhausto el encuentro y lo peor es que sólo dispone de menos de tres días para cargar las pilas y poder estar disponible ante Las Palmas. Su equipo, desde luego, le necesita
Oyarzabal acabó el partido junto Bautista, Zubeldia, y Odriozola, viejos compañeros
El ‘18’ suma cinco goles y dos asistencias en sus siete últimos encuentros