El City se come al United en Old Trafford
El conjunto de Guardiola da un golpe de autoridad en el derbi y se adueña de la Premier aumentando su ventaja hasta los 11 puntos
Tampoco pudo el United con el City, que se adueñó ayer por segundo año consecutivo de Old Trafford y, posiblemente, también de la Premier (1-2). Once puntos separan a los dos equipos de Manchester tras el derbi, liderado por los celestes de principio a fin, superiores a los de Mourinho, sin recursos como para ganarle el pulso a su rival ciudadano.
El City atenazó a un United timorato y escaso de personalidad, entregado a la voluntad de su vecino, que fue más ruidoso que nunca. Guardiola no se traicionó en Old Trafford, convencido de que sus opciones pasaban por domesticar al United. Se dejaron los de Mourinho, o al menos no supieron remediarlo, asustados ante el líder. El once ofensivo del técnico portugués fue tan solo un espejismo, con dos centrales y con Rashford como cuarto atacante, aunque su equipo huyó del balón como si fuera un estorbo.
Para el City, en cambio, fue la solución: “En Inglaterra se puede ganar con este estilo”, presumió el de Santpedor tras el partido. Con Gabriel Jesus en lugar de Agüero, el temple de los celestes desarboló poco a poco al United. Viajar juntos fue la máxima de Pep, desesperado en las dos ocasiones en las que sus jugadores prefirieron rifar el esférico en lugar de hilvanar. Todo lo contrario que Mourinho, que aplaudió cuando éste se alejó del arco de De Gea. Metáfora de lo que son uno y otro, capaces de llegar al éxito por caminos totalmente opuestos.
Reducir la estrategia al error del rival es un argumento demasiado pobre para un grande como el United. Eso le dio garantías al City, que supo imponer su voluntad en el ‘Teatro de los sueños’. Y en ese escenario Silva tradujo el dominio con un tanto poco ortodoxo, de rebote, tras un córner rematado por Otamendi y aprovechado por el canario, que batió a De Gea sin que el madrileño pudiera hacer nada (42’). Entonces Old Trafford reaccionó, presionó y amilanó por unos minutos al City, que cayó en la trampa de un balón que Delph no supo despejar. Rashford, escondido detrás del lateral inglés, cruzó ante Ederson para establecer el empate (47’).
La Premier, encarrilada
El City, sin embargo, fue al templo del United a encarrilar la Premier. Favorecidos por otra acción des- afortunada, Otamendi fusiló a De Gea tras un mal rechace de Lukaku en el interior del área (54’): “Han sido goles desafortunados”, excusó Mourinho, que criticó al colegiado por un penalti sobre Herrera que, a su juicio, “fue claro”.
Los pupilos de Guardiola jugaron con el marcador y con las prisas de su rival, que en el intento de igualar se descosieron y dejaron espacios. Liberado el City en la transición, De Gea mantuvo a los suyos con vida y entonces el técnico luso agitó el encuentro, pero ni Ibrahimovic ni Mata fueron capaces de superar a Ederson, que con una doble intervención aseguró los tres puntos. Una imagen que definió un encuentro que mereció ganar el City, básicamente porque fue el único que fue a por los tres puntos. Un mundo les separa ahora con el United, la eternidad con el resto. Acarician la Premier